El ahorro continúa siendo uno de los principales desafíos de las familias españolas. Tradicionalmente, la tasa de ahorrar de los hogares, publicada por el INE, no llega al 10% de su renta disponible, e incluso ha estado en niveles cercanos al 5% en los últimos años.
Sin embargo, la incertidumbre provocada por la actual pandemia del coronavirus está cambiando esta realidad. Ya sea como una forma de prevenir el futuro, por miedo a la actual situación o, directamente, por las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias, lo cierto es que España ha acumulado una montaña de ahorro sin precedentes que ha elevado la tasa de ahorro hasta niveles cercanos al 30%.
Y aunque parece una cifra condicionada por las actuales circunstancias sanitarias, lo cierto es que este porcentaje va más en línea con la recomendación de los expertos.
¿Cuánto deberías ahorrar? Lo que dicen los expertos
Cada persona es un mundo, y tiene unas necesidades financieras diferentes a las del resto. Por eso, la decisión de cuánto dinero deberíamos ahorrar no siempre es única, ya que depende de las circunstancias personales y familiares de cada uno.
Sin embargo, con algunos matices, los expertos recomiendan destinar, al menos, el 30% de la renta disponible de cada persona al ahorro. Y con carácter general, el mínimo aconsejable de porcentaje del sueldo que toda familia debería destinar al ahorro debería ser de entre el 10 y el 15% de los ingresos.
Unos porcentajes que, salvo contadas ocasiones que normalmente tienen como trasfondo crisis económicas severas, suelen ser muy superiores a lo que en realidad se ahorra en España, lo que deja a millones de familias en una verdadera situación de vulnerabilidad.
La regla 50/30/20: una fórmula sencilla para proteger el ahorro
Una de las reglas más utilizadas para establecer el destino del dinero que ingresamos es la regla del 50/30/20, que viene a establecer el porcentaje de la renta de cada persona que debe destinarse a cada objetivo financiero:
- Un 50% irá destinado a los gastos más básicos, como la luz, el gas, Internet o el pago de la hipoteca o el alquiler.
- Un 30% para los gastos personales, es decir, a todo aquello que no entre dentro de los gastos básicos. Aquí entrarían los gastos en ocio, viajes, ropa o gasolina, entre otros.
- El 20% restante se destinará al ahorro, a constituir un fondo que servirá como colchón para futuros gastos.
En general, estos porcentajes serían los mínimos exigibles que toda persona debería ahorrar para no atravesar apuros económicos a largo plazo. Evidentemente, cuanto mayor sea el ahorro, mayor será la solvencia familiar para afrontar el futuro.
¿Cuáles son los mejores productos para ahorrar?
Los ahorradores son, por definición, personas que intentan reservar una parte de sus ingresos ordinarios para necesidades futuras. Es decir, mantienen un perfil más conservador en lo que se refiere a la gestión de sus finanzas personales, intentando mantener el poder adquisitivo de su dinero.
En este sentido, y aunque cualquier cuenta corriente es suficiente para ahorrar, lo cierto es que hay otros que están específicamente pensados para ello. Entre ellos se encuentran las cuentas de ahorro, productos financieros cuyo objetivo es garantizar una rentabilidad previamente acordada.
En realidad, lo más importante siempre será la investigación que se haga del mercado para detectar aquellas cuentas que ofrecen una mayor rentabilidad. De esta manera, nuestro ahorro mantendrá el poder adquisitivo a largo plazo, superando a la inflación y se podrá constituir un buen colchón para el futuro.