Sin habernos quitado aún el susto de las supuestas intervenciones realizadas por el sistema «Pegasus» a los móviles de nuestro Gobierno, conocemos que Europol podrá tener más acceso que nunca a cualquier dato de los ciudadanos radicados en territorio de alguno de los países de la Unión Europea.
La Agencia Europol cuenta ahora con mayor capacidad de vigilancia que nunca tuvo. Europa aprueba la reforma contradiciendo sus límites de la IA
El Parlamento Europeo aprueba otorgar plenos poderes de vigilancia a Europol, entre ellos un peligroso acceso a datos privados casi sin límites.
Una ampliación de sus poderes aprobada ahora por el Parlamento Europeo que ha provocado que las organizaciones en defensa de los derechos digitales hayan puesto el grito en el cielo.
Big Data: la nueva arma de la Policía europea. Con la idea de modernizar el organismo y «poder llevar a cabo proyectos de investigación e innovación», Europol contará con la capacidad de procesar grandes series de datos y recibir datos de empresas privadas cuando se trate de perseguir asuntos sensibles como el terrorismo o el abuso sexual infantil.
En otras palabras, la policía europea podrá aprovechar una gran cantidad de datos para los casos más graves. El Parlamento aprobó por 480 votos a favor, 143 en contra y 20 abstenciones que Europol tendrá nuevas competencias y podrá solicitar a las empresas datos de usuarios privados, por ejemplo, servicios de comunicación.
Acceso casi ilimitado…bajo protección de datos. El texto aprobado otorga enormes poderes a Europol. Para establecer un límite, se prevé la creación de un nuevo cargo, el de responsable de derechos fundamentales. También estará el Supervisor Europeo de Protección de Datos que “controlará las operaciones de datos personales”. Europol tendrá capacidad para acceder a estos datos privados, pero una agencia se encargará de evitar que se vulneren excesos y derechos como el de la privacidad.
Uno de los puntos más destacados y que va en contra de la postura europea sobre la IA es la mayor capacidad de vigilancia con la que contará ahora Europol. Estos nuevos poderes otorgan a la agencia un sistema de vigilancia que va más allá de los recomendados por el Parlamento Europeo. De esta manera, en vez de establecer limitaciones y añadir transparencia, han dado manga ancha a la agencia y han contrarrestado la acción con nuevos puestos de trabajo.
Organizaciones en defensa de los derechos digitales como Fair Trials, EDRi y otras 16 sociedades han emitido un comunicado donde alertan que «la Unión Europea está transformando la agencia policial en un agujero negro de datos. Europol podrá acceder a datos sin restricción ni control».
El modus operandi actual de la Europol consistirá en vigilar a través del acceso a la Big Data y borrar los datos si ha habido algún exceso. El caso que sucedió a comienzos de año refleja muy bien la actuación de la agencia, ya que El Supervisor Europeo de Protección de Datos ordenó eliminar hasta 4 petabytes de datos que habían sido obtenidos y que vulneraban el RGPD por haber sido recopilados ilegalmente.
Según Chloé Berthélémy, consultora de European Digital Rights, esto puede «provocar que las vulneraciones de nuestros derechos queden sin salir a la luz durante años».
Estructura organizativa de Europol
Europol está dirigido por un Director Ejecutivo que es su representante legal y está nombrado por el Consejo de la Unión Europea. La actual directora ejecutiva de Europol es Catherine De Bolle, que asumió el cargo en mayo de 2018.
Cuenta con la asistencia de tres directores ejecutivos adjuntos:
- Jean-Philippe Lecouffe, Dirección de Operaciones
- Jürgen Ebner, Dirección de Gobernanza
- Luis de Eusebio Ramos, Dirección de Capacidades
Los miembros del personal de Europol tienen una trayectoria profesional y personal muy variada y proceden de distintos países.
El 1 de enero de 2010, Europol pasó a ser una agencia plena de la UE. El 1 de mayo de 2017, Europol pasó a ser oficialmente la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial, tras la entrada en vigor de su nuevo Reglamento.
El nuevo Reglamento se adoptó el 11 de mayo de 2016, cuando el Parlamento Europeo votó sobre las competencias actualizadas para permitir a Europol intensificar sus esfuerzos en la lucha contra el terrorismo, la ciberdelincuencia y otras formas graves de delincuencia organizada. El nuevo Reglamento refuerza el papel de Europol en el apoyo a la cooperación entre las autoridades policiales y judiciales de la UE.