El portavoz del PSOE de León, José Antonio Diez, muestra su postura ante los últimos enfrentamientos del Ayuntamiento con el músico callejero Arty.
«Estoy seguro de que si Antonio Silván escuchara a los leoneses, también en esto, sabría que Arty es ya algo más que un músico callejero, con todas las ventajas e inconvenientes que esto tiene, para él y para los leoneses.
Arty es un leonés más, un leonés que se han granjeado el aplauso casi unánime, porque con su acordeón ha logrado ser un elemento más, imprescindible, del paisaje urbano de León. Parece raro pasear por la calle Ancha sin escuchar a este músico ruso como lo es no ver al hacedor de burbujas o al castañero. Miles de vídeos que inundan las redes tienen en Arty a su protagonista, tocando ese himno a León que todos coreamos al pasar a su lado.
Pero Arty es, en estos días, un leonés silenciado. Una metáfora en la semana en que miles de leoneses salimos a la calle en demanda de un futuro para León tras años de agravios de un gobierno autonómico que, hoy, de nuevo ha dado un mazazo a nuestras infraestructuras.
Tras más de una década tocando en la calle Ancha, el acordeonista ruso de León se ha hecho famoso a su pesar. Y “gracias” a un desalojo que el PP justifica en las 300 denuncias que el músico tiene acumuladas, denuncias que estarán justificadas pero que suenan, cuanto menos, desafinadas. Denuncias que justifican, según el PP, actuar contra Arty con coches policiales, decomiso de recaudación y de teléfono móvil.
Seguro que hay decenas de formas de hacer las cosas mejor, seguro.
En una ciudad en la que es tan difícil lograr la unanimidad, Arty prácticamente la ha logrado. Contra el equipo de gobierno del Ayuntamiento. Nadie entiende cómo pudo ser desalojado de esa forma de la calle Ancha, la calle de la que vive y en la prácticamente vive.
Si Arty acumula 300 denuncias, ¿cómo se ha llegado a ese número? ¿Cómo se ha gestionado todo tan mal para no poder conciliar el derecho de Arty a ganarse la vida tocando en la calle con la normativa vigente, el derecho de otros artistas callejeros y el derecho de los vecinos? ¿Cómo es posible que se espere a actuar, en cumplimiento de la norma, la licencia o la ley, tanto tiempo?
Bueno, claro. Silván no escucha a Arty tocar. Como tampoco escucha a todos los demás que claman por su futuro en la calle».