La Consejería de Agricultura y Ganadería, a través del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), ha firmado un acuerdo marco de colaboración con el Centro Tecnológico Cartif para la promoción de la cooperación en materia de investigación y desarrollo en la agricultura, la ganadería, la bioenergía y la agroalimentación.
Este convenio responde a los objetivos estratégicos recogidos en el Nuevo Modelo de Investigación e Innovación para la mejora de la competitividad del sector agrario y agroalimentario de Castilla y León y tiene como objetivo principal promover de forma conjunta entre el Itacyl y Cartif acciones de investigación y desarrollo (I+D) que den respuesta a los retos planteados en ese nuevo modelo, que se sustenta en tres ejes: la identificación de las necesidades reales del sector, el conocimiento y coordinación en el uso de las capacidades de I+D de los distintos agentes implicados y la investigación ‘a la carta’ para dar respuesta a la verdadera demanda del sector.
Así, el acuerdo suscrito entre la Consejería de Agricultura y Ganadería y Cartif es un claro ejemplo de esa suma de capacidades para poder llevar a cabo investigación más aplicada y útil para el sector, así como de la puesta en práctica de un modelo de trabajo basado en la innovación abierta e interactiva. Se trata, en definitiva, de que el conocimiento científico se traduzca en ideas útiles y prácticas para satisfacer la demanda de agricultores, ganaderos y agroindustria.
Servicios conjuntos y complementarios a empresas
De este modo, ambas instituciones se comprometen a incrementar la colaboración en todos aquellos proyectos que tengan como objetivo la prestación de servicios conjuntos y complementarios a empresas agroalimentarias; la formulación de proyectos integrales en programas competitivos estratégicos de agroalimentación, donde cada parte aporte su conocimiento; la promoción activa de la participación conjunta en propuestas a programas competitivos de financiación de actividades de I+D+i, tanto nacionales como internacionales, y el acceso a la utilización de infraestructuras científicas de cada entidad por los investigadores del otro.
Además, tanto Itacyl como Cartif trabajarán de manera conjunta para identificar las necesidades de investigación e innovación reales, en coherencia con las prioridades demandadas por las empresas del sector agrario y agroalimentario de Castilla y León; para promocionar, apoyar y difundir los estudios y trabajos de investigación coordinados de calidad con el fin de contribuir a la solución de los problemas sociales, económicos y tecnológicos del sector; ayudar a la búsqueda de soluciones específicas ante la detección de las ineficiencias, en función de los recursos de I+i destinados a obtener resultados en investigación; coordinación para la obtención de sinergias científico-técnicas, en particular, en la utilización de las infraestructuras científicas; la difusión y divulgación de los resultados de I+i y de sus implicaciones; la identificación de las oportunidades de I+i y la detección de las necesidades tecnológicas.
Así, colaborarán en el desarrollo y evaluación de nuevos ingredientes y sistemas de alimentación para animales y en la mejora de técnicas de manejo y bienestar animal para aumentar la calidad de los productos; en mejorar la eficiencia productiva ganaderas, incluida la acuicultura, a través de la aplicación de tecnologías y técnicas novedosas; la reducción del impacto ambiental y la promoción del desarrollo sostenible a través de la minimización y revalorización de los residuos ganaderos, así como la reducción del consumo de energía mediante la aplicación de nuevas tecnologías; la optimización de los procesos industriales alimentarios, ganaderos y agrícolas para incrementar la competitividad y obtener productos saludables, seguros y de elevada calidad; el fomento de tecnologías para la producción de nuevos biocombustibles y bioproductos con alto valor añadido, a partir de diferentes procesos de conversión bioquímicos y termoquímicos, valorizando de los subproductos y residuos generados en el proceso; el incremento de la productividad agrícola a través del desarrollo de una agricultura basada en la conservación ecológica y la producción integrada, minimizando los costes de los sistemas productivos, dentro del máximo respeto al medio ambiente; y el uso sostenible del agua mediante la búsqueda de nuevos sistemas de riego y tecnologías que optimicen su uso y permitan el desarrollo de cultivos sin suelo agrícola y su adaptación a una limitada disponibilidad de agua.
Como destacó la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, este convenio se pone en marcha en estos momentos para preparar las propuestas del nuevo programa de trabajo europeo Horizon 2020 para los próximos tres años (2018-2020), cuyas convocatorias empezarán a salir en los próximos meses y que dispone de 1.363 millones de euros de financiación para el sector agroalimentario.
De esta manera, Castilla y León busca estar presente en esas convocatorias para poder formar parte de consorcios europeos que va a liderar la innovación agroalimentaria, tanto en materia de producción sostenible y adaptación al cambio climático, como en seguridad y personalización de los alimentos.
Un primer proyecto ya en marcha
Este acuerdo va a hacer, además, que se comience a trabajar ya en un primer proyecto de bioeconomía, dirigido a valorizar los productos y subproductos de agricultura y ganadería.
Su principal objetivo es la recuperación o mejora de la estructura de suelos agotados con baja o nula producción agrícola. Mediante la investigación aplicada se van a buscar sustratos tecnológicos (fórmulas de residuos orgánicos sólidos) que, aplicados al suelo, permitirán aumentar su fertilidad o mejorar sus características físicas para aumentar su productividad. Su aplicación se dirige tanto a terrenos agotados por el exceso de uso en las campañas anteriores, como aquellos que, por sus características edafológicas, no están dando la productividad esperada. Se estima que en Castilla y León hay un 20 % de los suelos agrícolas con baja o muy baja materia orgánica, lo que supone una pérdida de oportunidad y de rentabilidad.
Servirá tanto para tierras dirigidas a cultivos de secano como a las modernizadas con regadío. En la Comunidad, se beneficiarían de este proyecto 64.000 hectáreas de regadío y 320.000 de secano. Este proyecto incrementará los rendimientos de la tierra a largo plazo en torno a un 20 % lo que supondría un incremento de las rentas de 57 millones de euros.
Por otra parte, este proyecto permitirá obtener materia orgánica a partir de residuos de la industria agroganadera, valorizando por tanto esos desechos que actualmente tienen un coste de gestión y eliminación. Tendrán su origen en la recogida y procesado de diferentes tipos de residuos en función de las características de los terrenos que se quieran recuperar -procedentes de plantas de biogás, compost de residuos de industrias agroalimentarias y ganaderas, estiércol, gallinaza, lodos procedentes de estaciones depuradoras…-. Esto supondría un reducción del 30 % del coste de gestión y eliminación de residuos.
Centro Tecnológico Cartif
Cartif es un centro tecnológico horizontal, privado y sin ánimo de lucro, ubicado en Valladolid. Su misión es ofrecer soluciones innovadoras a las empresas para mejorar sus procesos, sistemas y productos, mejorando su competitividad y creando nuevas oportunidades de negocio.
En la última década, Cartif ha afianzado su posición en Europa como centro de investigación de referencia en materias como la eficiencia energética, la industria 4.0. y la gestión sostenible. El retorno de fondos europeos conseguidos para las empresas y entidades de Castilla y León, a través de proyectos financiados por la Unión Europea, ha sido de 230 millones de euros, con una subvención de 102 millones de euros.
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