¿PA QUÉ SIRVEN?
Es actualidad esa generación de políticos que encabeza Justin Trudeau en Canadá, Tsipras en Grecia, Macron en Francia… y en España abundan como las ratas porque se preparan para pillar sillón. Léase: Pedro Sánchez II el breve, Pablo Iglesias I el charlatán, SusanaDíaz y Olé!, Albert Rivera el prevenido, como ejemplos más aparentes ¿…? ¡Pero son miles…!
Se encuentran, todos ellos, muy a gusto en sus sentadas porque ignoran otra cosa que lo que se han encontrado en sus países respectivos –que son todos y todo muy parecidos -. ¿Y qué es lo que conocen, que es lo único que han visto y saben?
- Un Estado papaíto paternalista a ultranza que subvenciona a discreción y manipula ciudadanos infantilizados.
- Sociedades pacifistas a ultranza con armamentismo más que subido.
- Igualdad sexual de malhabladas mujeres y hombres.
- Sumisión incondicional a lo políticamente correcto que es lo humanamente más incorrecto.
- Libertad de opinión y expresión totalmente supeditada a la dictadura de género con pensamiento único.
- Asesinatos en masa de inocentes por nacer.
- Trabajadores que pagan a legiones de arrimados al chusco político sustancioso, generoso y gratis, solo por dedicar su tiempo en chorradas parlamentarias.
- Descomunales (en número y en personal) instituciones públicas plagadas de vagos y maleantes (no hablamos de los funcionarios).
- Igualdad solo nominal ante la señora de los ojos tapados y oídos atentos.
- Ciudadanos embaucados con eso del “estado de bienestar”, que se lo creen.
Esta breve relación de “mundo feliz” no ha sido montada por los susodichos arribistas, pero a juzgar por lo que ya manejan, condicionan, aspiran, exigen, proyectan y planifican, programan y proponen,…no solo nada cambiarán, sino que tratarán de ampliar sin límites las mencionadas lindezas y otras. ¿Es posible mayor inutilidad, pérdida de tiempo y de recursos que TODO lo que en nuestros parlamentos se parlotea? Y estamos pagando a esa caterva de inútiles!!
Naturalmente es lo que han visto y nada más han aprendido, se lo dan todo hecho…
O sea, ¿Qué han hecho ellos? ¿Para qué sirven? Mismos pelajes, mismos lenguajes, pobrísimos mensajes; no sirven ni para pajes. ¡¡Pobres de nuestros guajes!!