La osa había caído despeñada cuado trataba de repeler la agresión de un macho, que falleció en aquel suceso el 5 de junio de este año
osa despeñada en Palencia
Agentes medioambientales y celadores de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León han localizado en Palencia, en una sima vertical de 33 metros de profundidad los restos de la osa despeñada junto con su osezno en el mes de junio –de los que se trataba de hacer un seguimiento– junto al cadáver de otra cría desaparecida los días previos a aquel incidente.
Los restos de estos ejemplares han sido trasladados al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos, donde en los próximos días se procederá a la realización de las necropsias correspondientes, así como a la recogido de material genético para su análisis en laboratorio al objeto de confirmar el parentesco de los oseznos.
El hallazgo es fruto de los trabajos desarrollados por el operativo desplegado por la Junta de Castilla y León durante este viernes, integrado por agentes medioambientales y celadores de Medio Ambiente del GRIA de los Servicios Territoriales de León y Palencia, junto con personal de las Patrullas Oso de la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León, y con la colaboración de la Fundación Oso Pardo y de la cuadrilla de mantenimiento del parque natural de la Montaña Palentina.
El operativo logró localizar en el interior de la cueva, en una sima vertical de 33 metros de profundidad y con un estrechamiento inicial inferior a los 50 centímetros, los restos de la osa despeñada junto con dos oseznos. El estado de los restos de los dos oseznos es compatible con que ambos fueran sus crías, aunque uno de ellos había desaparecido los días previos al despeñamiento.
Fueron los agentes medioambientales y celadores de medio ambiente pertenecientes al GRIA los que descendieron al interior de la sima, desarrollando un extraordinario y riguroso trabajo para poder, al fin, aclarar el desenlace del despeñamiento ocurrido el día 5 de junio de 2022, y que ha acabado finalmente con la muerte tanto de los dos osos adultos como del osezno que aún se mantenía con vida en el momento del despeñamiento, han informado a Europa Press fuentes de la Junta.
Trabajos posteriores
Desde que se registraran las imágenes del despeñamiento la tarde del pasado 5 de junio, la Junta desplegó un importante operativo compuesto por personal técnico, veterinarios, agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y personal de las Patrullas Oso de la Fundación Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León, contando con la colaboración de la Guardia Civil y de personal de campo de la Fundación Oso pardo.
Durante las primeras horas del día 6 de junio se pudo localizar al ejemplar macho muerto próximo al lugar de la caída y se confirmó durante los días siguientes que tanto la osa como el osezno se encontraban con vida en el interior de la cueva, a una distancia horizontal de unos 15 metros de la entrada de la osera. Al observar la osa y el osezno con vida se aportó comida y agua en la cueva para ayudar en la recuperación de los ejemplares con la mínima intervención.
Durante los días siguientes, ante los trabajos desarrollados por el operativo de la Junta que finalizaron sin nuevos indicios de la presencia de la osa y del osezno, se decidió realizar una prospección remota del interior de la cavidad mediante videoscopio, así como con un dron de inspección de interiores, sin obtener registros visuales ni de la osa ni del osezno.
Debido a las características de esta zona de la Montaña Palentina, se trata de un complejo kárstico en una formación caliza, no se podía descartar que, aunque no se tuvieran nuevas imágenes de la osa y del osezno, ambos permanecieran en el interior de la cueva en otras cavidades o simas no exploradas, ya que donde se localizó inicialmente a los dos ejemplares constaba de numerosas galerías y pozos totalmente inaccesibles.
A su vez, teniendo en cuenta que en una zona muy próxima a la cavidad donde se refugiaron la osa y el osezno ha permanecido hasta fechas recientes una segunda hembra con una cría del año, el operativo de la Junta de Castilla y León ha realizado durante estas semanas una vigilancia continuada mediante observación a distancia de la cavidad, así como una monitorización continua de la osera mediante cámaras de fototrampeo y de vigilancia en tiempo real, hasta que la segunda osa ha abandonado la zona y ha permitido a los miembros del operativo realizar una revisión más exhaustiva de la cueva con personal especializado, con seguridad y sin generar molestias a la segunda osa en una época crucial de su desarrollo. Finalmente, tras los trabajos, se han detectado los restos de los tres cadáveres.