El pasado martes 15 de febrero, naufragó cerca de Terranova (Canadá) el Villa de Pitanxo a las 5.24 horas de la madrugada con 24 tripulantes a bordo. Al parecer, la causa del siniestro se debió a una repentina parada del motor principal, según la empresa armadora del buque hundido.
De los 24 tripulantes que había a bordo, solo tres fueron rescatados con vida. También uno de los supervivientes, Juan Padín, el patrón del buque, confirmó esa información a la armadora cuanto fue rescatado.
Según se ha explicado, ese repentino parón del motor principal es lo que dejó sin propulsión al barco y lo dejó expuesto ante olas de varios metros y al viento que había esa madrugada. El barco sufrió varios golpes del mar que al final lo acabaron hundiendo de forma muy rápida.
Este relato fue trasladado este mediodía a los familiares de la tripulación y también se les ha informado sobre todo lo relativo a las repatriaciones de los cuerpos y también se les mostró apoyo y total disposición para que se reanuden cuanto antes las tareas de rastreo.
Inés Alonso
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