Cada año el número de abandonos de animales de compañía en España después de la Navidad aumenta.
Según un informe anual de Fundación Affinity «Él nunca lo haría» en España 113.217 perros y gatos fueron recogidos por protectoras de animales y centros municipales. Sin embargo, el número de animales que recogen estas asociaciones es sólo un pequeño número en comparación con los abandonos.
Los animales que han sido abandonados y que no han ido a parar a las protectoras de animales suelen morir de hambre, atropellados o por alguna enfermedad. Otros tienen mejor suerte, y acaban en casas de particulares que se hacen cargo de ellos.
Se estima que la cantidad real de abandonos de animales anuales es superior a los 300.000. Las organizaciones españolas alertan de que un 33% de los abandonos producidos en los primeros meses del año están relacionados con los animales que se regalan para Navidad.
El 80% de los animales que van a parar a las protectoras de animales no tienen microchip puesto, o lo tienen pero con un número de teléfono que no existe. Este aparato electrónico es obligatorio ponérselo a nuestras mascotas desde que cumplen un plazo máximo de 3 meses de edad.
Desde Ecologistas en Acción quieren recordar que tener un animal de compañía es una decisión que no se debe tomar a la ligera. Tener una mascota conlleva mucho sacrificio y responsabilidad. Así se pondría evitar muchos de los abandonos animal .
«Adopta, no compres»
Las asociaciones bajo el lema «Adopta, no compres» también señalan la importancia de adoptar animales de compañía en lugar de comprarlos. Las protectoras de animales están repletas de mascotas que buscan un hogar. Muchas de estas mascotas acaban muriendo en las instalaciones de viejos.
Las protectoras dan a estos animales abandonados una nueva oportunidad. Hacen un gran esfuerzo económico, son muchos animales, y todos necesitan comida y unos cuidados básicos, como las vacunas.
Por si volver a hacer a un animal feliz, y que sienta que tiene una familia no es suficiente, los costes de las adopciones son menores a los de comprar un animal.