Quede claro ya desde un principio que éste no es un artículo feminista. Es la opinión de una mujer. Es MÍ OPINIÓN.
Deseo con todas mis fuerzas que mis palabras os lleguen, que cuando lo leáis sintáis lo mismo que estoy sintiendo yo, la misma rabia, la misma indignación, la misma impotencia… Entono el “mea culpa” por no haberme puesto antes a escribir y que el detonante de ésta, mi opinión, sea la lectura de una sentencia injusta, muy injusta. Quedaría muy bien repetir las frases que llevo oyendo en los medios todo el día, “hay que respetar la decisión judicial”, “la respetamos, pero no la compartimos…” todo políticamente correcto.
Yo no la puedo respetar, ni como persona, ni como mujer.
- ¿Cómo puede haber una sola persona, UNA, que esté convencida de que esos animales son inocentes?
- ¿Cómo es posible que un juez en España quiera dejar libres a estas bestias?
Me dirijo a usted, al que por su culpa se ha tardado tanto tiempo en dictar sentencia, al que ha sido imposible convencer con todas las pruebas encima de la mesa de la culpabilidad de “la manada”. ¿Usted no tiene esposa? ¿Hijas? ¿Madre? ¿Les hubiera absuelto si fuera a ellas a las que violaron? ¿Pondría en duda sus palabras?
¿COMO NO DIJO NO, NO ES UNA VIOLACIÓN?
Señorías, FUE UNA VIOLACIÓN de cinco animales a una chica. Pero claro, según ustedes no les dijo la palabra mágica: NO y por no cumplir ese requisito tan importante, se la cogen con papel de fumar y deciden, como si fueran dioses supremos, que “tan solo se trata de un abuso sexual”. ¿Pueden dormir tranquilos? Cuando miren a los ojos a una mujer, ¿no se les revuelven las entrañas?
Escuché hoy a una mujer que estaba a las puertas del juzgado. Dijo algo que me jamás olvidaré: “Si nos resistimos, nos matan, y si no nos resistimos, es que consentimos”. No se puede decir tanto en tan poco.
ESTOY CANSADA DE
- Tener que ir mirando atrás cuando camino sola por la calle,
- Tener que cambiarme de acera si veo “alguna manada”,
- Estoy cansada…
No puedo soportar oír a las víctimas de las violaciones decir que “quizás ellas tuvieron la culpa porque llevaban un vestido ajustado, porque no deberían haber caminado de noche solas, porque, sin ellas quererlo, les pudieron incitar con su comportamiento o con su forma de bailar”. BASTA YA. NO QUEREMOS SER VÍCTIMAS DE NADA NI DE NADIE.
Y, después de dos años sin haber mencionado jamás el tema, aparecen dando ruedas de prensa las “miembras” y “portavozas” de los partidos rompiéndose las vestiduras. ¿Os habéis puesto alguna vez en contacto con ella? ¿Le habéis ofrecido los servicios de vuestras “manadas” de abogados? Simplemente, ¿os habéis sentado a su lado para llorar juntas? Claro que no, los partidos no se pueden involucrar en estos temas, ¿verdad? Pero si decimos lo que “el pueblo” quiere oír, igual arañamos algún voto. Hipócritas, sumisas de vuestros “líderes” políticos, lameculos. ¡Vergüenza debería daros!
No me gusta pensar en todo el camino que nos queda por recorrer, prefiero ver el vaso medio lleno pensando en todo lo que hemos conseguido, aunque, en días como hoy, mi cabeza no piensa, sólo siente mi corazón.
Fdo.: B.P.S.