Con el paso de los años, hemos podido ver como nuestras zonas rurales han ido perdiendo densidad de población. Y la que queda, tiene una edad elevada. Estos pueblos forman parte de lo que se llama la “España vaciada”, núcleos de población que, poco a poco han ido quedando reducidas debido a diferentes factores, tanto económicos como sociales y tecnológicos.
Los únicos medios de vida
La agricultura y la ganadería son muchas veces el único medio de vida de la mayoría de estos lugares. Cosa que no ha cambiado en décadas, pero lo que sí ha cambiado es el número de personas que trabajan en este sector.
Uno de los motivos es que entre la población joven no se suele barajar como opción ya que prefieren empleos mejor remunerados y menos sacrificados.
Otro de estos motivos es la mecanización que facilita el trabajo del campo pero a su vez favorece que menos personas sean necesarias para cultivar una tierra o para que una explotación ganadera sea productiva.
La consecuencias de la España vaciada
Todo esto conlleva que la población que no tiene hueco en el único sector económico de las zonas rurales tenga que emigrar a zonas más habitadas. A su vez con más oportunidades laborales o convertirse en emprendedores en zonas con pocos recursos.
Otra problemática que tienen estos lugares es a su vez causa y efecto de la falta de población y es la falta de servicios tanto públicos como privados. En los tiempos que corren la salud es un bien muy preciado, pero en muchas de estas zonas se tienen que conformar con la visita del médico una vez por semana y no cubre las necesidades que la población tan envejecida necesita.
Otro servicio básico que se ve afectado es el de la alimentación; la falta de tiendas y supermercados obliga a coger el coche para desplazarse en busca de comida y muchos de los habitantes no disponen de carné o vehículo para hacerlo. Esta falta de medios nos lleva a otra igual de importante que es la mala conexión de transportes públicos que dificulta gravemente la movilidad en zonas rurales.
Por último, la escasez de medios tecnológicos como internet o en algunos casos la cobertura móvil complica la estancia en estos lugares sobre todo a la gente más joven que necesita estar siempre conectado, no solo por temas sociales sino también laborales o de estudios.
La importancia de fomentar el vuelta a las zonas rurales
Aunque muchas de estas zonas están fomentando la vuelta a los pueblos ofreciendo facilidades de vivienda y empleo, la realidad es que cada vez más pueblos están quedando vacíos y las zonas despobladas están aumentando. Pese a que estos lugares rurales ofrecen una calidad de vida mejor que las grandes ciudades por la tranquilidad y el encanto de las vistas, siguen sin ser elegidas para vivir por falta de recursos y facilidades.
Irene Millán