Las Hermanas Carmelitas de Hondarribia, según información del El Diario Vasco, han publicado una nota en su cuenta de Facebook que ha provocado un gran revuelo en las redes.
» Nosotras vivimos en clausura, llevamos un hábito casi hasta los tobillos, no salimos de noche (más que a urgencias), no vamos a fiestas, no ingerimos alcohol y hemos hecho votos de castidad. Es un opción que no nos hace ni mejores ni peores que nadie, aunque paradójicamente nos haga más libres y felices que a muchas. Y porque es un opción LIBRE, defenderemos con todos los medios a nuestro alcance el derecho de todas las mujeres a hacer LIBREMENTE lo contrario sin que sean juzgadas, violadas, amedrentadas, asesinadas o humilladas por ello. HERMANA, YO SÍ TE CREO«.
La hermana Patricia, que pertenece a esta congregación, en unas declaraciones realizadas a Radio Euskadi aseguró que «No se puede aceptar que se cometa una atrocidad de éstas y la que sea juzgada, condenada y humillada públicamente sea la víctima».
La religiosa ha querido expresar su solidaridad con «esa mujer en concreto y con todas las mujeres que tienen que pensárselo dos veces antes de cruzar una calle oscura, antes de ir solas a casa, que tienen que hacer planes para saber con quién vuelven, cuándo vuelven, cómo vuelven y que encima tienen que sentirse juzgadas y amenazadas por ello».
«Hay muchas cosas que nosotras tampoco sabemos, pero sí que pensábamos que desde nuestra posición es importante decir: esto no es una reivindicación de unas pocas, es una reivindicación de toda la sociedad, y nosotras que estamos aquí en clausura y que no salimos por la noche, también nos sentimos amenazadas y también nos sentimos implicadas en todo esto y en todo lo que atañe en el fondo a una injusticia».
Asimismo ha asegurado no entender la sentencia, que absuelve a los cinco acusados de un delito de agresión sexual, que es lo que cualquiera de ellas sienten símplemente con escucharlo. «También las monjas forman parte de esto, en primer lugar por ser mujeres, y por todas las mujeres que nos rodean y nos importan, y simplemente por ser personas. Esto no es una guerra entre hombres y mujeres. Esto es algo que no se puede admitir».