Las Grandes Fiestas de San Juan y San Pedro de León llegan a su fin tras unos ajetreados días repletos de eventos, conciertos, pasacalles y actos que han permitido disfrutar a los leoneses y a los visitantes de los bares, las calles y el buen ambiente.
Se han podido ver, como casi todos los años, grandes concentraciones de personas y paseantes moviéndose de un evento a otro y de un barrio a otro de León. De todas formas, como muchos eventos y conciertos se llevan a cabo en la zona del barrio húmedo y el barrio romántico, en ambas zonas se han sucedido las reuniones en terrazas y barras de los bares.
Casi la totalidad de los eventos se han desarrollado con normalidad y en un ambiente de plena alegría y jolgorio, como era de esperar. No obstante, se han sucedido los comentarios, conversaciones y algunas quejas sobre la desmesurada cantidad de de los ya «típicos» vendedores ambulantes en las calles, que ofrecen a todo el que está tomando su consumición, artículos como pulseras, globos y figuritas.
Demasiados vendedores ambulantes
Muchos leoneses han manifestado su gran agobio ante esta situación, ya que, en ocasiones podían pasar menos de 5 minutos entre el acercamiento de un vendedor y otro a una misma persona. Además, hay gente que asegura «no hay forma de librarte ni comprando una pulsera» porque cuando un vendedor se va automáticamente aparece otro. Tanto es así, que afirmaciones del tipo «no te libras ni dentro del bar» se escuchaban en las barras.
En la misma línea, muchas personas han llegado a adquirir artículos solo por «quitarse al vendedor de encima» llegando a abonar hasta «5 euros por un globito con luces». Gran parte de los asistentes a las Fiestas mencionaban que este año «hay muchos más vendedores ambulantes que años anteriores».