A solo un par de semanas de la llegada de la Navidad, las temperaturas se encuentran en una bajada constante que ya se acercan todos los días al rango de entre los 10 grados o inferiores. Por tanto, aunque un poco tarde y con una intensidad no demasiado elevada, el frío ha llegado a León para quedarse durante meses, como todos los años.
Sin embargo, aunque nos encontramos en pleno diciembre, hay solo un termómetro en León que marca 30 grados ubicado en una de las calles del centro de la ciudad y que ha provocado, durante un día, el asombro de los viandantes que lo han visto, ya que, bastaba con sentir el frío en la cara para darse cuenta de que no hacía esa temperatura.
Al parecer, ha sido un fallo de solo unas horas, en las que este termómetro público de la ciudad marcaba, el pasado domingo, una temperatura de 30 grados en pleno diciembre, cuando la temperatura real era de solo unos 11 grados. Aquellos que se fijaron en este marcador, mostraban su asombro y automáticamente sacaban su teléfono móvil para corroborarlo, preguntándose si les sobraría el plumas que llevaban.
Un hecho que se ha quedado en una simple anécdota que ha provocado las risas de algunos leoneses y una pequeña historia que contar sobre el mes de diciembre en la ciudad.
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