Sergio Sánchez fue puesto en libertad y sin cargos tras la celebración de un juicio rápido este pasado miércoles del que sale sin cargos después de que no se haya podido demostrar la autoría del delito de violencia de género por el que fue detenido.
Tras la presentación de la denuncia y las pruebas de la demandante y el demandado, el juez ha decretado la libertad del atleta que ya ha regresado al domicilio familiar que, precisamente, la mujer debía abandonar tras ser condenada por un delito leve de amenazas en el ámbito familiar y un delito leve de vejaciones.
Un dictamen judicial que recibía a primera hora del martes y que imponía a su mujer una orden de alejamiento por la que no podría acercarse ni a Sergio ni al domicilio familiar a una distancia inferior de 500 metros así como la prohibición de comunicarse con él durante el periodo de un año.
Por ello, el atleta se muestra convencido de que demostrará su inocencia aunque no olvida que la reacción de una mujer “rabiada” le ha obligado a pasar una noche en los calabozos, a acudir esposado a los juzgados y, lo peor de todos, a sufrir un juicio paralelo, el mediático.