Se cumplen nueve años sin Marta del Castillo

El padre de Marta, Antonio del Castillo, acudía la semana pasada al funeral por Diana Quer. «Es muy duro decirlo», reconoce Antonio al hablar de que tiene envidia de unos padres que pueden enterrar a su hija.
Marta del Castillo tenía 17 años cuando, tras salir con sus amigos el sábado 24 de enero de 2009, no volvió a casa. «Su hija estará de fiesta», le dijo el primer policía que le atendió en comisaría. No se activaron los protocolos, recuerda su padre.
De los cinco detenidos y juzgados, sólo dos fueron condenados. Ahora mismo el único que sigue en prisión es Miguel Carcaño, arrestado tres semanas después de la desaparición de Marta y que confesó haberla matado en su piso y haberse deshecho del cuerpo.
Carcaño fue condenado por asesinato a 20 años de cárcel en un juicio en 2011 en el que fueron absueltos su hermano, la entonces novia de éste y un amigo de la pandilla de Marta y Miguel, a los que se juzgó por encubrimiento.
Meses antes fue juzgado y condenado otro amigo de este grupo apodado ‘El Cuco’, menor en el momento de los hechos. Fue condenado por un juzgado de menores a tres años de internamiento en un centro por encubrimiento.
Desde que desapareció la joven sevillana, se han realizado más de una decena de búsquedas, pero hasta el momento no se ha encontrado su cuerpo. Primero se rastreó el río Guadalquivir, donde según Carcaño arrojaron el cuerpo él y varios de los implicados. Poco después varió su versión y habló de un contenedor junto a su casa, lo que llevó a rastrear palmo a palmo el vertedero de Alcalá de Guadaíra.
La última búsqueda fue en marzo de 2017 en una zona donde el hermano de Carcaño hacía prácticas de tiro.