La residencia atardecer, un ejemplo de gestión de la pandemia en León, ya que los ancianos están a salvo del virus hasta el momento. Las medidas que ha establecido la dirección del centro son ejemplares, aunque bastante estrictas. Pero es lo que necesitamos para mantener bajo control la situación, y a nuestros mayores a salvo de esta pandemia.
La residencia privada atardecer, en Villaobispo de las Regueras
Las citadas medidas son las siguientes, según nos han comentado fuentes cercanas a la residencia privada de las hijas de la caridad:
- Las visitas familiares han estado bastante restringidas. Y cuando ha habido alguna, han sido a cuenta gotas, sin ningún tipo de aglomeración, y respetando las medidas de prevención. Aunque las videollamadas entre los residentes y sus familias, son constantes.
- La ventilación de las estancias se lleva a cabo cada poco, para renovar el aire de los lugares cerrados.
- Algunos residentes han estado confinados en sus habitaciones, de forma individual, para garantizar la distancia social.
- Han acondicionado nuevas estancias, a mayores de las existentes, para convertirlas en lugares comunes. De este modo, el espacio es mucho más amplio, para que los ancianos estén cómodos y protegidos.
- También han establecido más de un turno para desayuno, comida y cena. Incluso en algunos casos, algunos residentes lo han hecho en sus habitaciones privadas, de forma individual.
- Por supuesto, han extremado la limpieza y desinfección, que ya era bastante regular.
Esta residencia de ancianos que gestionan las hijas de la caridad, se caracteriza por la calidad humana de sus trabajadores. Desde la gerencia, pasando por el personal de limpieza y cuidadores. Además, la comida que sirven en dicho centro está elaborada con mucho cariño y con productos de primera calidad. También el personal de cocina extrema la limpieza y dedicación para que nuestros mayores estén bien alimentados.