El obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, y la delegada diocesana de Enseñanza, Juliana Gutiérrez, han planteado este miércoles a la Junta de Castilla y León la petición para que modifique el «mecanismo» por el cual se organiza, de acuerdo con la Lomce, la elección de asignaturas optativas, sobre todo en lo relativo a Bachillerato, pues consideran que actualmente perjudica a la materia de Religión Católica.
En una rueda de prensa, los representantes del Arzobispado han explicado que, mientras en las etapas de Primaria y Secundaria el porcentaje de alumnos que cursan la asignatura en Castilla y León -tanto en enseñanza pública como concertada y privada- oscila entre el 67 y el 73 por ciento, mientras que en el 1º de Bachillerato -en 2º ya no existe esta materia- cae «claramente por debajo» del 50 por ciento.
Gutiérrez ha explicado que la Lomce deja abierta la posibilidad de las asignaturas optativas y cada autonomía «aplica un mecanismo que puede favorecer y perjudicar».
Según han precisado Argüello y Gutiérrez, ese mecanismo, en Castilla y León, para la elección de asignaturas optativas en Castilla y León plantea las opciones agrupadas, por lo que, por ejemplo, si un alumno que ha cursado francés como lengua extranjera en ESO quiere hacer Religión en 1º de Bachillerato, perdería la oportunidad de escoger el idioma galo como optativa.
Así, Gutiérrez ha planteado que en el «diálogo político, institucional y educativo» les gustaría que se considerase una reforma de este mecanismo. «No es cuestión de privilegio con la asignatura de religión, es cuestión de justicia», ha recalcado la delegada diocesana. Argüello también se ha incidido en esa idea y ha recordado que se trata de una asignatura «amparada por la Ley» y que, aunque es obligatoria para el centro a la hora de tenerla en su oferta educativa, resulta optativa para el alumno y su familia.
Además, el obispo ha añadido otra cuestión «un poco complicada» que viven los profesores debido al hecho de que en Castilla y León las optativas se eligen curso a curso y no para un ciclo plurianual. «El profesor está sujeto a que el alumno le amenace con no apuntarse al año que viene, y al final se juega con su puesto de trabajo», ha advertido Argüello, quien ha apostillado que «si Matemáticas se pudiera elegir anualmente no sería positivo».
Según los datos aportados por los representantes de la Archidiócesis, la media de alumnos que cursan religión en Castilla y León, en la media de enseñanza pública, privada y concertada, es del 73 por ciento; y, mientras que en Secundaria, según Argüello, se situaría por encima de ese porcentaje, en 1º de Bachillerato cae por debajo del 50 por ciento.