Pasar en un par de horas de un aula de bachillerato, a la mesa del consejo de administración de una empresa. Sobre la mesa, balances del ejercicio anterior, tarjetas de presentación. Alrededor seis chicas y cuatro chicos, estudiantes de primero y segundo de bachillerato. Puede que sean especialmente buenos en alguna asignatura, incluso en todas. No están aquí por eso. Han sido elegidos por que durante el proceso de selección, llevado a cabo el pasado diciembre, no se mordieron la lengua. Si la organización no se hubiera marcado el límite de diez participantes, posiblemente serían unos cuantos más.
La primera sesión del #ConsejoJunior ha servido para presentar a los miembros que es iRiego, y por qué es cómo es. Paco Fernández y Carolina Angulo, del Equipo iRiego, abrieron la sesión explicando como son las personas trabajando en equipo las que generan valor, y cómo el conjunto engranado resulta en una suma mucho mayor que las partes por separado. Cómo sólo equivocándose llegarán algún día a acertar, y cómo reírse, y divertirse en lo que uno hace, es la única manera de poder avanzar en el camino del “emprendedor”. Y cómo teniendo un plan, perder hoy a veces es el único camino posible para ganar mañana.
Conforme avanzaba la sesión, los nervios iniciales se relajaban, y aparecían los primeros destellos de espontaneidad, ingenio, y en ocasiones, profundidad. Ese es el objetivo último de la acción: definirles el contexto para que se enfunden un traje imaginario de consejeros, miren a su alrededor, y se inventen el futuro. Cinco tutores de iRiego estarán ahí para guiarles entre cada reunión del consejo, ayudándoles a explotar y canalizar lo que ya tienen: imaginación, entusiasmo, ganas, y ningún miedo.
Para más información, contactar con el consejojunior@iriego.es , o en el 654 276 732