La historia de la plaza Mayor
Es uno de los lugares con más encanto de la ciudad de León. Todo un símbolo que actualmente se encuentra en obras. La plaza Mayor de León surgió tras un incendio en 1654. Tres años más tarde comenzaron las obras de la nueva y en 1677 se daba por terminada la obra, según se deduce de la inscripción de la fachada del Mirador. Los incendios marcan la historia inicial de este espacio urbano y pocos años después, en 1695, de nuevo las llamas hicieron necesarias nuevas obras.
La plaza Mayor de León se debe fundamentalmente al trasmerano Francisco de la Lastra, que dejó aquí una obra sobria, bien compuesta y proporcionada a la escala de la ciudad.
Los soportales son de arco sobre pilares de piedra y lleva encima dos plantas de viviendas, la primera unida por balcón corrido y la segunda planta con balcones independientes. Solo en la acera del Mirador se interrumpe esta ordenación, siendo en este lado occidental de la plaza donde las calles entran abiertas.