A cuadros se debió de quedar un repartido de comida a domicilio la pasada noche cuando llevó un pedido de comida y se encontró que el joven que lo había pedido no quería pagar. Se trataban de 70 euros en comida que habían sido solicitados por el joven y que finalmente se negó a abonar. El repartido requirió la presencia de los agentes de la Policía Local del Ayuntamiento de León que le informaron de los trámites a seguir.
Además, el joven fue sancionado por negarse a identificarse, por falta de respeto a los agentes y por ruidos en la vivienda.
Policía Local a domicilio
Por otro lado, agentes de la Policía Local detuvieron a un varón acusado de un delito de violencia de género. Una llamada de un vecino alertó a los agentes que acudieron al domicilio en el que se encontraban el ahora detenido y su pareja, quien reconoció haber sido agredida.