En León hay dichos, palabras y expresiones que solo los leoneses entendemos. A un visitante cuando llega se le puede decir «Si no te gusta León, ahí tienes la estación» haciendo referencia a la estatua de Guzmán El Bueno con el plazo levantado en una de las plazas principales de la ciudad. Los habitantes de León somos «cazurros» (a mucha honra) y también algo «tercos como un arao» (bastante cabezones)
En León nos «presta» hablar con nuestras propias expresiones. Prestar es uno de esos verbos tan nuestros, usamos para decir siempre que nos gusta algo. Los leoneses cuando decimos que alguien está como un «cencerro» es que alguien no está bien de la cabeza. No decimos que que alguien esté gordo decimos que está como un «trullo». Para decir todo lo contrario afirmamos que es un «gijas». Aunque no lo queramos reconocer, en León también somos ‘cuzos’, osea cotillas, como el resto del país.
A un leonés le prestan sus palabras
Pobre de la persona que se nos «atraviesa», es que no nos cae nada bien. Si nos «china» (enfada) alguien, es mejor que se aleje. En casa siempre ha «telares» y no nos referimos a máquinas para tejer, llamamos telares a todos los trastos. Ahora que llega el frío siempre presta un buen «filandón» (reunión invernal y nocturna en la que se cuentan historias».