El Tribunal ha concedido por primera vez la incapacidad permanente a una autónoma de León por COVID persistente
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha reconocido la incapacidad permanente total a una trabajadora autónoma de León afectada por secuelas de COVID persistente. La decisión llega tras una prolongada batalla legal, luego de que la Seguridad Social le denegara inicialmente la prestación.
La mujer, que desempeñaba tareas administrativas y de atención al público, se contagió en enero de 2021 y desde entonces ha sufrido síntomas crónicos como cefaleas, tos persistente, pérdida de olfato y gusto, hipersomnolencia y dificultades cognitivas. Estas secuelas le impedían desarrollar con normalidad su trabajo, por lo que solicitó el reconocimiento de incapacidad permanente tras agotar el periodo máximo de incapacidad temporal.
A pesar de la gravedad de su estado, la Seguridad Social rechazó su solicitud, argumentando que sus limitaciones no eran lo suficientemente severas. La trabajadora recurrió a la justicia y el Juzgado de lo Social nº 2 de Ponferrada falló a su favor, decisión que posteriormente fue ratificada por el TSJCyL tras un recurso de la Seguridad Social.
Con esta sentencia, la autónoma recibirá una pensión del 55% de su base reguladora, estableciendo además un precedente sobre el reconocimiento del COVID persistente como causa de incapacidad laboral.