Actualmente, 230.000 alumnos utilizan el autobús escolar para acudir al colegio y regresar a casa y cerca de 17.000 autobuses realizan servicios de transporte escolar.
Pese a la circulación de estos vehículos diariamente, el año pasado no se produjo ninguna víctima mortal entre los usuarios de este tipo de vehículos, pero que debido a la vulnerabilidad de sus pasajeros y a las vías por las que se suele circular, en su mayoría carreteras convencionales, necesita de una especial vigilancia para mantener estos niveles de seguridad.
Por este motivo y porque la movilidad segura de los menores es una de las prioridades de la DGT tal y como se recoge en las líneas básicas de la Estrategia de Seguridad Vial 2010-2020, este organismo pone en marcha durante esta semana una nueva campaña de vigilancia de este tipo de transporte.
Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizarán inspecciones consistentes en un primer control de carácter administrativo sobre las autorizaciones y documentos que deben tener dichos vehículos para la correcta prestación del servicio.
Asimismo se verificará que las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción, los tiempos de conducción y descanso.
Además, controlarán que los conductores circulan a la velocidad permitida y que no hacen uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción ya que ambos factores, velocidad y distracción, son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos. También se incrementarán los controles de alcohol y drogas entre los conductores.