Se encuentran en el Centro de Migrantes de Villarrodrigo y tras instalarse están buscando trabajo a la espera de sus permisos
Los 180 migrantes provenientes en su mayoría de Malí y Senegal que residen en el centro humanitario del Chalé del Pozo, en Villarrodrigo de las Regueras, muestran una buena integración mientras esperan sus permisos de trabajo, previstos para agosto. Así lo ha constatado el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Villaquilambre durante una visita al centro gestionado por la Fundación San Juan de Dios.
Según fuentes municipales, todos los migrantes tienen documentación y son solicitantes de protección internacional. A finales de agosto comenzarán a recibir sus permisos de trabajo, tras haber pasado por un centro en Alcalá de Henares procedentes de Canarias. En el Chalé del Pozo, los residentes comparten habitaciones de tres o cuatro plazas.
Según el consistorio, la solidaridad de los vecinos de Villaquilambre ha sido fundamental en este proceso, destacando la creación de un ropero organizado por tallas y colores. Las necesidades más urgentes incluyen zapatos y smartphones para que los migrantes puedan comunicarse con sus familias.
Las actividades deportivas y musicales son las favoritas de los residentes. Juegan al fútbol en los exteriores del edificio y participan en clases colectivas de crossfit, rutas por el entorno y juegos con música organizados por la Fundación San Juan de Dios. Además, durante la Eurocopa, disfrutaron de los partidos de la selección española de fútbol.
El Ayuntamiento valora positivamente la integración y la solidaridad mostrada por los vecinos de Villaquilambre hacia los migrantes, esperando que continúe así hasta que reciban sus permisos de trabajo.