Una bonita historia nace en el colegio Maristas San José de León. En la apuesta del centro por cuidar y respetar la naturaleza se ha llevado una emotiva iniciativa. El objetivo concienciar a los niños con una tripe visión de la ecología: ambiental, económica y social. De ello se encarga el equipo Eco2Socail del colegio que han promovido una curiosa aventura para los niños de infantil que han adoptado un pingüino.
Como cada año, coincidiendo con la fase de despliegue de la Campaña Antártica, ya ha comenzado de nuevo la tradicional Campaña de Apadrinamiento de Pingüinos. De esta forma, los miembros de la XXXV Campaña Antártica quieren transmitir su compromiso con la Antártida y con el medio ambiente, así como hacerles partícipes a los niños de ello.
Un pingüino de Isla Decepción
«Mediante la adopción de los pingüinos de Isla Decepción, nos hemos unido a esta iniciativa y ayudaremos a difundir el compromiso con el cuidado del medio ambiente, para que de esta forma, entre todos podamos hacer del planeta Tierra un lugar más limpio, saludable y equilibrado con la naturaleza» explican desde el Maristas.
El objetivo es que consiga sobrevivir y convertirse en un pingüino adulto al tiempo que se pretende educar desde edades tempranas en el cuidado y respeto hacia el medio ambiente.
Para poder ser padrinos, los alumnos tuvieron que primeramente buscarle un nombre al animalito y después cuidar el planeta llevando a cabo unos sencillos gestos. Tales como apagar las luces siempre, no gastar agua sin sentido, no ensuciar el entorno, utilizar las papeleras y reciclar.
El Ministerio de Defensa, concretamente el ejército de Tierra, ha otorgado un diploma con la foto del pingüino que han colocado en clase para no olvidar «cuidarlo cada día».