La confrontación entre animalistas y cazadores no es nueva, pero esta vez han sido los cazadores los que se han manifestado en todas las capitales de provincia de la comunidad, a excepción de Segovia.
Los motivos de esta protesta, según el colectivo de cazadores, se basan en los ataques y provocaciones que sufren por parte de grupos animalistas y ecologistas, los cuales, dicen, no respetan su forma de vida.
El objetivo de sus protestas no es otro que reclamar protección por parte de las administraciones, con el argumento de que la caza es una actividad legal y necesaria para el medio ambiente y recalcando la importancia que tiene este sector en el medio rural como generador de riqueza.
En Castilla y León actualmente hay expedidas más de 95.000 licencias de caza, aunque se van reduciendo cada año debido, según este colectivo, a estas campañas de ataque y a ciertas modificaciones legales.