El Ayuntamiento y la Junta trabajan en común para la creación de una macroplanta de energías renovables en León, con una inversión de 70 millones y que se situaría en Puente Castro ante la negativa social anterior.
El Ayuntamiento de León indica que se tarta de la presentación de un proyecto que, sin duda, será determinante para el León del futuro que queremos: un proyecto sostenible, ecológico y muy ambicioso cuyo objetivo es que las leonesas y los leoneses ahorren en su factura de calefacción y agua caliente, y que ese ahorro vaya emparejado con una reducción de la contaminación atmosférica y del consumo de combustibles fósiles y no renovables en nuestra ciudad.
Un proyecto en el que se han implicado, desde hace meses, las dos administraciones, el Ayuntamiento de León y la Junta de Castilla y León con el objetivo común de prestar un servicio a más de 28.000 viviendas y 150 edificios de toda la ciudad de León mediante una planta de producción de biogás, una planta de energía solar fotovoltaica y una central de generación de biomasa; así como una red de generación de hidrógeno verde destinado a la movilidad.
Inversión en renovables en León
Esta iniciativa supondrá una inversión de más 70 millones de euros -84,7 con IVA incluido- para la dotación de una red de calor sostenible para el suministro de energía térmica producida por energías renovables, generando así un ahorro de entre un 30 y un 50% en la factura energética, una reducción en el consumo y el gasto global de mantenimiento de los servicios de calefacción en la ciudad por la renovación de las calderas, y una reducción de los gases de efecto invernadero que superará las 86.000 toneladas de CO2 al año, con una producción que superará los 350.000 megavatios útiles al año.
Tras el rechazo social de estas plantas en Eras de Renueva, Cantamilanos y Villaquilambre, se presenta ahora este complejo mucho mayor que no solo comprende biomasa, también hidrógeno verde, biogás y placas solares, que se situaría en Puente Castro.
Tanto el consejero de medioambiente como el alcalde creen que esta vez no va a haber rechazo social, puesto que el proyecto presenta cambios y además el contexto actual es de mayor sensibilidad hacia la consecución de la autonomía energética y quieren que esté en marcha en dos años.