«La más leonesa, la más querida de entre todas las plazas de León ya luce en todo su esplendor tras los inevitables meses en que ha sido objeto de las necesarias labores encaminadas a su cuidado y restauración.
Y he de decir que el resultado es muy satisfactorio. Un resultado que no es fruto de la casualidad sino de un proyecto planificado, estudiado y ejecutado con mimo, con coherencia, con consenso y con mucho cariño. Todo ello desde la responsabilidad que el Ayuntamiento de León y yo mismo sentimos por el cuidado de nuestro patrimonio, del que tan orgullosos nos sentimos los leoneses y que es la prueba pétrea de lo que fuimos y somos.
Y fue precisamente este sentimiento de responsabilidad por uno de los rincones más queridos por los leoneses lo que nos dio la decisión y el empuje para acometer su restauración. Las desinformaciones -cuando no mentiras maliciosas- y los intentos de manipulación de la opinión pública por parte de determinados grupos de opinión nunca llegaron a perturbar ni nuestro sentido del deber para con nuestra ciudad ni nuestra responsabilidad de cuidar y proteger nuestro patrimonio, en este caso, la Plaza del Grano.
En estos meses de trabajos se han logrado mejoras estéticas, urbanísticas y, sobre todo, relativas a la accesibilidad. Porque este también era uno de los objetivos buscados y también alcanzado. Esta intervención supone una mejora sustancial para la movilidad de nuestros mayores y para las personas con movilidad reducida. Un paso más para ese León inclusivo que queremos.
Las actuaciones en la parte central de la plaza me merecen una mención especial. Los leoneses debemos saber que los trabajos previos fueron impecablemente garantistas, con la realización de las catas arqueológicas pertinentes, para posteriormente proceder con el levantamiento del empedrado y consecuente eliminación de calvas y pegotes de cemento existentes, la consolidación del piso e, incluso de rodillas y uno a uno, la recolocación de los 150.000 cantos rodados que conformaban la plaza, en lo que solo se puede calificar de trabajo profesional, minucioso y realizado con el mimo imprescindible para el mantenimiento de la estética y la naturaleza tradicional de la plaza. Un trabajo, sin duda alguna, digno del reconocimiento de la sociedad leonesa.
La Plaza del Grano que hoy se reabre a todos los leoneses, e incido en la palabra `todos´, es eso que siempre fue, hoy como ayer: la guardiana de las esencias más leonesas, el punto de encuentro más particular de la ciudad, el espacio donde el pasado resiste impertérrito la acometida del tiempo. A ello, hoy se le ha de sumar su condición de símbolo del cumplimiento de la palabra dada y del compromiso adquirido por mí y por el equipo de gobierno para el cuidado y respeto máximo por este entorno. La fuerza de la realidad que aparece ante los ojos de los leoneses como mejor instrumento de credibilidad.
En estos momentos de justa satisfacción por el trabajo bien hecho y el deber cumplido, es justo reconocer la lealtad de la mayoría de los grupos municipales, que hicieron una labor constructiva dentro de su función política; de muchos de los colectivos culturales, vecinales, comerciales y profesionales de la ciudad, que participaron primero de la planificación del proyecto y que luego escucharon las opiniones e informes de los técnicos, lejos del ruido malintencionado; de tantos vecinos del barrio del Mercado y del resto de la ciudad, que, tras informarse, apoyaron el proyecto; y, por supuesto, también de los medios de comunicación, que en su gran mayoría actuaron con rigurosidad y esforzándose en informar verazmente sobre los detalles de la restauración.
Por todo ello, esto también es un triunfo de la sociedad leonesa y, como tal, motivo para que todos los leoneses nos sintamos orgullosos. Orgullosos del resultado obtenido, pero, especialmente, de cómo lo hemos obtenido, actuando en positivo, demostrando tenacidad, responsabilidad y, ante todo, sinceridad.
Y así como hemos actuado en la Plaza del Grano, estamos sumando nuevas intervenciones que recuperan el patrimonio leonés como en la muralla en Conde Rebolledo, en el área de Puerta Castillo, y próximamente en la Era del Moro, entre otras, que servirán para embellecer aún más la ciudad y recuperar nuestra Historia y el legado de nuestros antepasados.
Pero eso ya será harina de otro costal. Ahora toca disfrutar de la exitosa restauración de la plaza del Grano y disfrutar de ella. Por ello, hemos preparado mañana domingo una fiesta leonesa abierta a todos los leoneses y de la que me gustaría que todos participaseis. Os invito a todos a venir y volver a admirar la plaza de siempre, con su esencia y su carácter, sin olvidar, y esto es tarea de cada uno de nosotros, que tras el esfuerzo realizado es el momento de cuidarla y hacerla cuidar, para que nosotros y quienes vengan detrás podamos admirar la belleza renovada de la plaza más leonesa».