Los grafitis aun tienen detractores que no lo consideran arte urbano, sino vandalismo
A finales de los años sesenta, nacen los grafitis como producto cultural en Estados Unidos. Los primeros artistas encontraron en el barrio de Bronx de Nueva York un lugar donde plasmar su arte. Esta forma de expresión comenzó a extenderse por el mundo y pasó a ser algo habitual en las calles.
Generalmente los grafitis son firmas, textos o composiciones pictóricas realizadas generalmente sin autorización en lugares públicos, sobre una pared u otra superficie. Por este motivo para muchos es considerado vandalismo, ya que se realiza con prisa, escondiéndose de las miradas ajenas y en paredes o edificios que no les pertenecen.
Hoy en día, los grafitis han pasado a considerarse arte urbano. En la actualidad se ve como una expresión artística que sirve tanto para dar vida a una ciudad como para, a menudo, alzar la voz sobre diferentes temas.
Tanto es así, que a día de hoy los grafiteros ya no se esconden, si no que pintan a plena luz del día porque han sido contratados para hacerlo. Ese es el caso de Jose, Trybe como nombre en sus grafitis, que lleva ya mucho tiempo aportando arte a las calles de León. Él mismo cuenta que ya ha trabajado para muchos negocios que apuestan por pintar sus trapas y fachadas con grafitis de diferentes temáticas. Desde restaurantes, negocios como Hierbaloca, o hamburgueserías como el Basel – Av. de José María Fernández, 45 -. También barberías, bares, talleres de coches…
Uno de sus últimos trabajos ha sido la fachada de GP Automoción – calle del Obispo Almarcha, 37- y la Tornillería y Suministros Míchel – C. Fray Luis de León, 1-, en la que plasmó un precioso León haciendo honor a la ciudad en la que se ha instalado, aunque es natural de Barcelona.
Jose explica que le lleva varias horas realizar estas obras. La última, han por ultimar detalles, se encuentra en una cochera en la calle Obispo Manrique 3 en el barrio de San Claudio.