El buen tiempo siempre es un gran atractivo para planificar actividades e irse de vacaciones, así como para celebrar eventos importantes. Tras la pandemia, muchas parejas se separaron, mientras que otras reforzaron sus lazos y decidieron dar el paso de casarse. La temporada de verano podría decirse que se divide en 4 meses: junio, julio, agosto y septiembre, aunque este último solo la primera quincena. No obstante, el preferido para las bodas por los leoneses es julio, sobre todo por las temperaturas y la disponibilidad de sus invitados, además, reiteran que en agosto o septiembre suele refrescar mucho por las noches.
El hecho de casarse es solo una cuestión legal, dado que en esta generación se prefiere hacer por lo civil, decayendo en gran medida el método tradicional religioso. Actualmente, la cifra de las personas que van por lo civil es de un 81% frente al 17% religioso, y cada vez se están dando más cosos de bodas entre individuos del mismo sexo. En nuestra provincia, los datos han aumentado un 18% entre hombres y un 15% entre mujeres. A pesar de que un evento de esta magnitud es bastante caro, muchos han dado el paso estas vacaciones, celebrándose el 22% de ellas en plena capital.
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