La verdad sobre el caso del perro presuntamente maltratado en Navatejera.
La página de Facebook MasQPerros publicó el escrito de una mujer en el que denunciaba el presunto maltrato a un perro. Como resultado de esa denuncia en redes, algunos medios de comunicación de León se hicieron eco de la noticia.
Sin embargo, no leyeron los comentarios de la dueña del perro quien explica la situación en la que el perro se escapó y sus dueños estaban asustados.
El presunto maltrato al perro en Navatejera
«Publicad esto por si algún particular o asociación ha entregado en adopción un perro así: hoy a las 3 de la tarde cerca del parque de perros de Navatejera apareció un chico joven buscando a gritos un perro por el nombre de Coco. Al poco el perro apareció, debía estar explorando los jardines, y el chico, además de insultos y amenazas, le tiró una bolsa que llevaba y cuando lo pudo coger le levantó en el aire y lo empotró con el suelo, y después le empezó a propinar puñetazos mientras el perro chillaba. Yo estaba lejos pero a base de gritarle el chico paró y dijo que yo no tenía ni puta idea y que iba a devolver al perro… Luego se fue y no pude hacer nada. Repito, yo estaba lejos y al chico no le pude ver bien la cara. El perro era pequeño, blanco y marrón, tipo Bretón pero con el pelo más corto si no me equivoco. Le llamaba coco. Si alguien identifica al perro me ofrezco como testigo ante una denuncia. No me he molestado en llamar a la policía porque ya me sé las respuestas. Gracias.»
La verdad sobre Coco
Tras el suceso, este medio de comunicación contactó con la propietaria del perro llamado Coco.
Cristina, su dueña, explicó la primera incongruencia en la denuncia social; y es que, Coco no es adoptado, sino que se lo regalaron.
La joven dueña se convirtió en la «mamá» de Coco cuando el pequeño cachorro tan solo tenía 20 días; porque un vecino de Roales de Campos (Valladolid) se lo regaló.
Desde que Cristina tiene a Coco junto a su pareja (el presunto maltratador según indicaban), le quieren y cuidan como a un hijo. Cuando la pareja viaja, se llevan al perro con ellos.
Por desgracia, ayer se escapó el perro siguiendo un rastro mientras le paseaban. A pesar de llamarle a gritos el perro no aparecía y se asustaron mucho.
Aunque en un momento entre tanta angustia, Coco les sorprendió tras ver como cruzaba hasta una carretera por la que transitan vehículos.
Como consecuencia, su dueño le dio unos azotes en los cuartos traseros al igual que un padre le da «un cachete» a su hijo para enseñarle que eso no se hace.