Allá por el año 1894 surge la gran creación de la olla ferroviaria, artilugio usado por los ferroviarios en sus largos viajes en el ferrocarril en el tramo La Robla-Bilbao. Una auténtica cocina a fuego lento, como antaño, daba de comer a cientos de personas que degustaban con placer una de las comidas más tradicionales.
Los ingredientes indispensables en la realización de esta receta y que no aparecen en los libros son la paciencia y la prudencia. Una preparación con esmero y sin prisas para degustarlo en amigable compañía.
Aquí en la Robla, hemos decidido recuperar esta tradición tan entrañable… ¡Y no podemos dejar que se pierda!
Todo empezó en familia, pero poco a poco se fue extendiendo y los vecinos de la zona no dudaron en dar de nuevo una cálida bienvenida a estos chavales que con tanto entusiasmo nos hacen volver al pasado.
Os invitamos a volver a recordar buenos tiempos con nosotros el Sábado día 9 en La Robla en ‘El Bar de Estas’ en la plaza la Constitución. El Domingo le podéis encontrar en Lorenzana (León) en su feria de artesanía.
¡Súbete al tren de nuevo con nosotros!