La Fundación Oso Pardo (FOP) ha tenido constancia de que el domingo 19 de noviembre se celebraron en Liébana tres cacerías de jabalí simultáneas en montes colindantes dentro de la mejor zona osera de Cantabria. Se trata de los montes de Calejo-Linares, Cuesta Bernizo y Cotera Oria en la Reserva Regional de Caza Saja.
La celebración de batidas de jabalí en estas condiciones, simultáneas y colindantes, facilita los accidentes de caza y supone un riesgo para la seguridad de los propios cazadores. Además, no dan oportunidades a los jabalíes y otras piezas de caza que consiguen escapar de una cacería, porque pasan directamente a otra cacería contigua, y esto está lejos de lo que puede entenderse como caza ética. Finalmente, como saben bien gestores y cazadores, este otoño hay pocas bellotas en el norte de Palencia y de León, y los osos se han desplazado a los montes de Liébana, con mayor producción de bellotas, para alimentarse bien y encarar la hibernación en buenas condiciones; dar tres batidas al jabalí en montes contiguos donde se alimentan unos cuantos ejemplares de oso pardo es una barbaridad inadmisible e incrementa las posibilidades de incidentes entre cazadores y osos.
Para mayor despropósito, las tres cacerías contiguas se celebraron en montes inmediatos a otro de la Montaña Palentina donde, el mismo día, un equipo de celadores y agentes de medio ambiente de la Junta de Castilla y León, guardias civiles y miembros de la Fundación Patrimonio Natural y de la FOP, buscaban a un oso que todo apuntaba había sido herido en cacería de jabalí el día anterior. Un oso herido es un animal potencialmente peligroso… ¿a quién se le ocurrió autorizar cacerías en las inmediaciones?
Por todo lo dicho, la FOP se dirigirá tanto a la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria como a la Federación Cántabra de Caza, solicitando que no vuelvan a ocurrir hechos semejante y con el objeto de consensuar medidas que hagan más compatible la práctica de la caza con la conservación del oso pardo.