Juan, no es habitual, por suerte o por desgracia que, en los medios de comunicación, se pondere positivamente la figura o la acción de un político en ejercicio.
Eso lo han conseguido a pulso los partidos en que se integran y el bochornoso espectáculo que brindan a la ciudadanía. Incluso, diríamos que a muchos medios lo que les interesa es la escandalera, más que el análisis de la gestión.
Juan Martínez Majo
Pero, de vez en cuando, surge alguien especial, distinto, del que resulta necesario, por raro, destacar sus cualidades como político y como persona. Hay que reconocer que no es fácil encontrarlo. En este caso, en el contexto político leonés, por el contrario, no ha sido difícil: D. Juan Martínez Majo, Presidente de nuestra Diputación Provincial de León.
Cercano, amable, conciliador, dialogante, sin asomo alguno de soberbia. Es una “rara avis” en el seno de su partido político provincial. Bueno, y autonómico y nacional.
Juan como Alcalde de Valencia de Don Juan
Cada vez que oigo hablar de despoblación, de los comités, de las comisiones y de los grupos de trabajo que se crean en el seno de las Instituciones para abordar el problema de la despoblación, me pregunto:
¿Y por qué no llaman a Majo para que les diga cómo, en el mismo contexto social y geográfico ha conseguido que, siendo Alcalde, su ciudad, Valencia de D. Juan, haya pasado de 3.800 habitantes a 5.300 en muy pocos años?
A lo mejor sobraban todos esos grupos, esas caras de dieta ignorante que nada aportan a solucionar problema alguno. Que le pregunten a él, se aplica su receta y ya está. Este año, esta híbrida comunidad en la que nos integraron, ha perdido más de veinte mil habitantes, un 0,89 de su población total solo en el último ejercicio anual. El pueblo de Majo, su ciudad quiero decir, ha aumentado su población un 20% desde 2011 hasta este año pasado 2017, y subiendo.
¿Cuál es el problema de Majo?
Su partido, nunca mejor dicho. Mientras él dedica su vida a la provincia, visitando cada pueblo y cada problema real, de una triste realidad fabricada por la política que le trasciende, otros (as), en el Congreso y en el Senado, emboscados en sus grupos, no mueven un dedo por defender el mandato democrático que les entregó esta provincia, circunscripción electoral.
Es decir, mientras él hace de hormiga, las cigarras vacan en las Instituciones, sin una sola iniciativa beneficiosa para León, solo atentos a ver si repiten en el cargo. Y esta vez está más duro, porque no habrá mantas para todos y el invierno, cuando se vive de esto, es largo.
Tú eres bueno y trabajador. Ellos son listos y vagos. Mira tu espalda. Conspirarán como siempre. Omitimos nombres porque están, o deberían estar, al borde del desahucio político.
Nada, Juan, a seguir trabajando por esta maravillosa provincia, a ver si reducimos el impacto de la marginación y el olvido que sufrimos desde la comunidad y el estado. Ya sabes que esta sociedad y este sistema premia a los violentos, chantajistas políticos, etarras y separatistas.
Pero el trabajo silencioso y, a veces, audaz, el pacto que has propiciado con las otras fuerzas democráticas en el seno de la Institución, la paz política que has instaurado implicando a todos en el gobierno, darán sus frutos. Así debería haber sido y debería ser siempre. Suerte y ánimo, Majo.
Firmado: El León Prohibido.