El capellán protector de la Catedral de León ha sido despedido con honores con una ceremonia presidida por el obispo
La Catedral de León ha despedido con honores a Primo Lucio Panera, su eterno protector y capellán. Este histórico sacerdote, pieza clave en la Diócesis de León durante el último medio siglo y alma mater de la Cofradía del Santo Sepulcro, recibió un emotivo adiós en la que fue su casa.
La ceremonia, celebrada el lunes 3 de mayo, fue presidida por el obispo de León, Luis de las Heras Otero. Contó con la presencia de los cabildos Catedral y Colegial, una amplia representación del presbiterio diocesano, integrantes de distintas comunidades de vida consagrada, y miembros de movimientos y asociaciones eclesiales a los que Panera dedicó su atención. La despedida reunió a numerosos leoneses que quisieron rendir homenaje a este carismático eclesiástico.
Primo Lucio Panera, conocido por su dedicación y servicio a la comunidad, fue fundamental en momentos clave para la Diócesis de León. Su influencia y liderazgo en la Cofradía del Santo Sepulcro dejaron una huella imborrable en la comunidad eclesiástica y en los fieles.
Tras la emotiva ceremonia en la catedral, el cuerpo de Panera fue trasladado a Villomar, donde fue enterrado en el panteón familiar, cerrando así el ciclo de una vida dedicada al servicio espiritual y comunitario.