Los nuevos conductores en el Reino Unido deberán demostrar que saben utilizar un navegador GPS durante los exámenes prácticos de conducir, según ha comunicado la Agencia del Conductor y del Vehículos británica (DVSA).
Así, desde diciembre de este año, los candidatos deberán conducir siguiendo las indicaciones del GPS durante la parte de conducción independiente, cuya duración aumenta de 10 a 20 minutos. Además se eliminan maniobras antiguas y se incluyen otras nuevas, como el estacionamiento en paralelo a la vía y en aparcamientos públicos, y la marcha atrás para la incorporación al tráfico. Se trata del mayor cambio en los exámenes de conducción en el Reino Unido desde 1996, cuando se introdujeron las pruebas teóricas escritas.
«Estos cambios ayudarán a reducir el número de personas muertas o heridas en nuestras carreteras y dotar a los nuevos conductores de habilidades necesarias para conducir de forma segura», ha declarado el ministro de Transporte británico, Andrew Jones.
«La prueba de conducción evoluciona, al igual que los coches incorporan cada vez más la tecnología de asistencia al conductor. Los conductores novatos necesitan demostrar las habilidades y estilo de conducción adecuados para hacer frente a este nuevo nuevo entorno», ha dicho el director del club de automovilistas RAC, Steve Gooding.
Se estima que más de la mitad de la población en Gran Bretaña utiliza el navegador para conducir.