Varios ganaderos de León se han visto obligados a tirar la leche que producen por falta de recogida y exigen soluciones urgentes
Ganaderos de seis explotaciones en Babia y Omaña, en la provincia de León, han comenzado a desechar la leche producida tras la suspensión de la recogida por parte de la cooperativa Lar, que cesó actividades el pasado martes. Según José Antonio Manilla, uno de los afectados, la leche no puede almacenarse más de unos días y se ha vertido en fosos de abono.
“La situación es insostenible; si no se soluciona pronto, nos enfrentamos a la ruina. La leche es nuestra única fuente de ingresos”, declaró Manilla, quien pidió que las administraciones subvencionen las rutas de recogida en áreas rurales de difícil acceso.
El portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, informó que se trabaja en soluciones para los ganaderos afectados, habiendo logrado acuerdos para diez de las quince explotaciones inicialmente perjudicadas. A su vez, el alcalde de Cabrillanes, Emilio Martínez, subrayó la urgencia de encontrar una empresa que recoja la leche de inmediato para evitar más pérdidas económicas.
En paralelo, representantes locales y de Asaja han mantenido reuniones con la Junta para acelerar una solución. Mientras tanto, los ganaderos afectados temen que, sin una respuesta rápida, no tendrán más opción que vender su ganado y abandonar el sector.