Este entorno natural es conocido por sus famosas estaciones de esquí que cada vez más turistas visitan en cualquier época del año
Formigal es sinónimo de nieve. La mayoría de las personas que han oído hablar de él relacionan este entorno con estaciones de esquí y ambiente invernal, sin embargo este pueblo del Pirineo aragonés esconde muchos más secretos que se pueden descubrir en cualquier época del año.
Las estaciones de esqui formigal son unas de las más conocidas de España, y buena prueba de ello es que todos los años una gran cantidad de grupos de amigos y familias acude a disfrutar del ski en formigal, debido también en parte a las excelentes pistas para esquiar que alberga.
Este paraíso natural cuenta con unas condiciones óptimas para el desarrollo del esquí difícilmente superables por otras estaciones de la zona, pero no por ello se puede visitar solo invierno. El verano también es una época ideal para visitar esta zona y descubrir un bello paraíso de flora y fauna natural, en el que se puede practicar otros tipos de turismo.
Esquí en Formigal
A la hora de planear las vacaciones de invierno, uno de los destinos turísticos más visitados de nuestro país suele ser la zona de esquí de Formigal. A lo largo y ancho de sus pistas de esquí hay disponible una amplia oferta hotelera, que en su gran parte ofrece todo lo necesario para practicar esquí.
Además en este pueblo del Pirineo aragonés se puede aprender a esquiar, ya que desde hace años existe una escuela de esquí especializada en dar clases a esquiadores de todas las edades y todos los niveles. En las estaciones de esquí de Formigal se puede alquilar todo el material necesario para esquiar, por lo que no hace falta contar con un equipamiento previo.
La experiencia siempre es un grado, pero no hay que preocuparse por no saber esquiar ya que es algo muy común entre las personas. Para que no sea un problema, en Formigal existen dos zonas diferenciadas de esquí; por un lado está la zona de velocidad controlada (para niños y principiantes), y por otro la zona de pista de video-slalom (para los más profesionales y experimentados en el mundo del esquí).
Además muchos esquiadores acuden a Formigal para combinar el esquí con la diversión, ya que desde hace algún tiempo existe un local de moda dentro de la estación de esquí. Este reúne a todo tipo de esquiadores y no esquiadores con ganas de tomar algo después de darlo todo en la pista, y suele estar abierto hasta la hora de cenar.
Un paraíso en pleno Valle del Tena
Sin duda, Formigal es un paraíso natural que se debe visitar en invierno para disfrutar al máximo de la nieve y de sus estaciones de esquí. Pero la temporada de invierno no tiene por qué ser la única época del año en la que hacer turismo por Formigal; el verano también puede ser una estación más que apetecible para acudir a esta zona del Pirineo aragonés.
En este entorno se puede disfrutar de un valle con unas vistas impresionantes, que hacen las delicias de todos los amantes de la naturaleza y los animales. Dentro de este valle hay un parque faunístico conocido como Lacuniacha, que cuenta con una extensión de treinta hectáreas en las que viven diferentes especies animales y vegetales de la zona.
Este puede ser un buen plan alternativo para escapar del intenso calor veraniego de la ciudad, y disfrutar de unos días en familia en la montaña. Se puede recorrer la zona perteneciente a Formigal y hacer turismo por Huesca, Jaca, Sallent de Gállego y todo el entorno del Valle de Tena.
Además en esta época del año no hay que preocuparse por la climatología de esta alta zona de montaña, ya que apenas existe riesgo de mal tiempo.
En definitiva, Formigal es un lugar que no solo se puede visitar en invierno para disfrutar de las estaciones de esquí. Formigal también es un paraje natural cargado de belleza, flora y fauna por todos los costados que todo amante de la montaña apunta como pendiente en su próxima aventura con la naturaleza.