Un total de 1.600 personas han firmado los dos escritos redactados por dos grupos de familias del CEIP La Palomera de León con los que se pide a la Junta de Castilla y León que no adjudique una nueva concesión de comedor a la empresa Serunión, que es quien presta este servicio desde 2014 en este Centro de Educación Infantil y Primaria de la capital leonesa.
Las firmas se recogieron durante la semana pasada y esta mañana han sido registradas y entregadas en la delegación territorial de la Junta y el Procurador del Común y tienen cuatro destinatarios: la consejera de Educación de la Junta, Rocío Lucas, el director provincial de Educación en León, Jesús Víctor Díez, Peña, la Comisión de comedores y el Procurador del Común de Castilla y León, Tomás Quintana.
Las firmas contra la concesionaria del comedor tienen cuatro destinatarios: la consejera de Educación, el director provincial de Educación, la Comisión de comedores y el Procurador del Común
El CEIP La Palomera está ubicado en León capital y tiene 581 alumnos, de los cuales 200 son usuarios del servicio de comedor, algunos de manera habitual y otros, esporádicamente. Por tanto, la recogida de firmas entre los dos documentos pidiendo un cambio en la empresa que gestiona la concesión del comedor, ha más que duplicado el número de alumnos/as del centro. Ante la próxima adjudicación del procedimiento de licitación de la Junta de Castilla y León por valor de 175 millones de euros para la financiación de los comedores escolares, de los que 33’4 millones corresponden a la provincia de León, las familias consideran de “suma importancia” manifestar su “profundo malestar y preocupación ante la misma”. Y destacan que “durante el curso escolar recién comenzado se ha tenido conocimiento de incidencias relacionadas con la prestación de este servicio, que revisten de una especial gravedad, tanto en la calidad de la alimentación dada a los alumnos, como en el trato que reciben del personal encargado de proporcionar este servicio, incumpliendo de esta forma los deberes y obligaciones básicas a los que se encuentra sometida la empresa concesionaria”.
También se quejan las familias de que se ha “reducido” el consumo de frutas siendo sustituido por “yogures” y de que existe una diferencia “significativa en el precio de los servicios prestados, por las empresas concesionarias en distintos centros escolares, en la provincia de León”, resultando más gravoso para ellas el de Serunión comparada con la otra empresa concesionaria. También hacen referencia las familias de este centro escolar a la “salvaguarda de la libre competencia” y el cumplimiento de la normativa europea ‘De la granja a la mesa’ en pro de una cadena alimentaria más sostenible y de consumo de productos de cercanía, ya que la comida que se sirve en los comedores es cocinada con varios días/semanas de antelación en Valladolid y después transportada a los colegios donde se termina el proceso de cocinado y es servida a los/as alumnos.
La empresa Serunión es la concesionaria del servicio de comedor de La Palomera desde 2014, las familias se quejan de que “se está discriminando a nuestros hijos, imponiendo para la prestación del servicio una empresa con un menú pésimo, caro, estando la citada empresa constantemente implicada en multitud de escándalos alimentarios, el último en el Hospital de León”. Por ello piden que “el órgano competente de la Junta de Castilla y León, tome medidas y rescinda inmediatamente el servicio de comedor con dicha empresa, proporcionando una alternativa más saludable con otra empresa diferente. El órgano contratante de la Administración pública, en este caso la Dirección Provincial de Educación de León, puede por motivos de interés público modificar y/o rescindir un contrato”.
Con las 1.600 firmas entregadas, las familias le piden a la Administración autonómica “que se reconsidere la apuesta por la línea fría y se comprometan a la puesta en marcha de cocinas en los centros educativos”, como ya hubo en La Palomera hace años. Y argumentan que “no se puede comparar la comida elaborada diariamente en las cocinas de los centros escolares con los catering que se están proporcionando a nuestros hijos” y que la cocina propia cuenta con “numerosas ventajas como la creación de empleo, la potenciación de la economía local, la reducción de la huella de carbono o el abaratamiento de costes: tanto en la reducción del transporte de alimentos debido a la subida de precios de carburantes como en la planificación de los menús.