El residente leonés de origen catalán se iba a suicidar en la autovía lanzándose desde el viaducto de La Consolación
Durante la pasada madrugada del viernes, médicos, bomberos y policías trabajaron incansablemente durante ocho horas para evitar el suicidio de un en el viaducto de La Consolación, en Asturias. A pesar de la gran cantidad de situaciones a las que se enfrentan estos profesionales de los servicios de emergencia, es poco probable que olviden la noche del viernes en la que salvaron al hombre de saltar al vacío.
Los primeros avisos llegaron a los servicios de emergencias alrededor de las dos de la madrugada, cuando testigos notificaron que un hombre estaba de pie al otro lado de la barandilla lateral del viaducto. La Guardia Civil, los bomberos y los equipos médicos se dirigieron de inmediato al lugar, y un equipo de atención psicológica se unió pronto a ellos.
Después de negociar con el hombre durante horas, la Benemérita restringió el tráfico en el carril más cercano para facilitar las labores de persuasión. La Policía Local de Corvera también restringió el tráfico en un carril de la AS-17 en dirección a Oviedo, en previsión de un triste desenlace que finalmente no se produjo. Después de varias horas de conversación, incluso con la colaboración telefónica de su hermano, el hombre, un residente de León originario de Barcelona, finalmente saltó la barandilla en dirección contraria y fue atendido por los sanitarios, que lo trasladaron al hospital.