El brutal ruido después de la tormenta
La tormenta acechaba este martes en León. Los nubarrones parecían traer la lluvia pero todo quedó en una sonata de truenos y cuando parecía haber llegado la calma, justo al anochecer, el ruido rompió el crepúsculo. Los leoneses echaron miradas al cielo para distinguir entre las nubes. Nada se vio, solo se volvieron a intuir los cazas militares que ya son habituales en la capital leonesa.
Se trataba de dos Eurofigthers del Ala 14 de Albacete. De esos que no se llegan a ver pero sí se sienten. Así ocurrió pocos minutos antes de las diez de la noche. Más de 5 minutos de atronador ruido, que algunos creyeron una gran tormenta. Todo debe de ser cosa del viento.
León es una destacada plaza militar en cuanto aeródromo se refiere. Y estos ruidos son el pan de cada día, pero sin embargo siguen sorprendiendo.