Este jueves saltaba la alarma en León. Un niña había encontrado supuestamente un gusano en la comida que le sirvieron en el comedor del centro educativo de Toral de Valdos (El Bierzo).
Pero este no es el primer caso donde una empresa, que distribuye comida precocinada a los comedores de los colegios de León, es acusada de mantenerla en mal estado.
En 2014 ya hubo episodios en los que la otra multinacional que opera, Serunión. En este caso, la empresa fue condenada por servir tuercas y larvas de gorgojo en los menús de escolares de León y Segovia. La propia Junta rebajó la multa inicial de 134.600€ a 21.000€ y, por supuesto, no rescindió el contrato con la empresa que sigue haciendo negocio con la alimentación.
Es indefendible que el Ayuntamiento apueste por las bandejas de plástico precocinadas en vez de por menús elaborados en el momento a partir de nuestros productos autóctonos.
Porque aparte de ser de mayor calidad y más beneficiosa económicamente para Castilla y León, ofrece a nuestros niños y nuestras niñas una dieta más saludable, variada y nutritiva.