La llamativa situación se dio este lunes cuando un empleado de una empresa de León renunció a su trabajo porque, según él, tenía una «resaca brutal» y no le permitían irse para casa solo por ese motivo.
Al parecer, el hombre de 36 años, que llevaba 4 años en la empresa, tuvo un fin de semana muy divertido y cuando se tuvo que levantar este lunes para acudir a su puesto de trabajo le costó más de lo esperado, pero reunió la fuerza necesaria para combatir el sueño y el cansancio y acudió a trabajar.
No obstante, al llegar a la oficina realmente «se le veía bastante afectado», según indica uno de sus compañeros, «era incluso gracioso al principio». El trabajador tenía síntomas visibles como las ojeras y no tan visibles como el aliento.
Parecía que todo eran bromas hasta que en el entorno de las 10.00 horas este empleado empezó a notar las consecuencias de un domingo ‘salvaje’ y a partir de ahí «se sentía mal y se dormía en la mesa».
Fue entonces cuando el empleado decidió acudir a su superior para comunicarle que se iba para casa sin finalizar su jornada porque tenía resaca, pero el encargado le indicó que no era un motivo suficiente para irse.
Entonces el empleado, al no encontrar otra solución, decidió renunciar al trabajo por una «resaca brutal», para poder irse a casa. El supervisor trató de hacerle entrar en razón pero no lo consiguió, por lo que finalmente el empleado se fue y consiguió su objetivo de poder descansar en su casa.