Después de sufrir un persecutorio intento de atraco en Bruselas, está joven leonesa nos lo cuenta, asegurando que aunque a ella es la primera vez que le sucede, este tipo de atracos son muy habituales en Bruselas y empiezan a serlo en España.
«Eran las 21:00 de la noche cuando me encontraba parada en un semáforo en la paralela del Bics, en la calle del Cornet esquina chausse de Auderghen, un punto muy conocido en Bruselas, asegura la leonesa.
En ese momento observo por el espejo retrovisor a una persona agachada en la rueda trasera de mi coche, en la rueda que está en la parte del asiento del copiloto, en ese instante, toco el claxon extrañada y sin pensarlo me bajo del coche, momento en el cual veo que un hombre de origen marroquí se aleja muy tranquilamente del coche a pesar de mis gritos y además, me ha rajado la rueda entera.
Subo corriendo al coche y viendo la oscuridad de esas calles, me dirijo con la rueda completamente rajada a Schuman. Durante el trayecto, aparece una extraña moto que me sigue y se coloca a mi lado en cada semáforo, diciéndome que mi rueda está pinchada, una moto en la que casualmente iban dos hombres también de origen marroquí.
Observo un coche de policía y aunque está vacío, me coloco junto a él, entonces aparece además de la moto que me seguía en cada semáforo, un coche con otros dos marroquíes que se colocan a mi lado, los hombres simplemente me miran pero sin decir ni hacer nada, la situación es muy tensa pero aun así, saco mi móvil con la intención de sacarles una foto y es entonces cuando se van.
Actuación de la policía
Cuando llega la policía, voy corriendo junto a ellos, muy asustada y nerviosa para contarles lo sucedido. La policía muy agradable, espera conmigo hasta que llega mi marido en un Uber. Ellos nos explican que aquí en Bruselas es muy habitual y que lo que los marroquíes pretendían era robarme.
MODUS OPERANDI
Primero uno te raja una rueda sin que te enteres, otro te avisa para que pares y los dos últimos, aprovechan mientras bajas a mirar o cambiar la rueda para robarte todo y a veces incluso el coche aunque esté la rueda rajada.
La justicia no existe para los que roban
A pesar de que la policía fue muy atenta y amable e incluso nos ayudó a cambiar la rueda, nos dio un papel con sus placas, también nos explicó que aunque colocásemos una denuncia en la mañana siguiente, no serviría de nada. Les indicamos además el número de la matrícula pero ni aun así, ellos no hicieron llamadas para informar a nadie, ni miraron si podía estar cerca… lo consideraron algo muy habitual.
Entre tanto, la moto que me había estado siguiendo en cada semáforo volvió a pasar por nuestro lado, que era de Delibero y eran los mismos motoristas, claramente estaba compinchados con el primero que me rajó la rueda y con los dos últimos que esperaban pacientemente a que me bajase para robarme, y la policía siguió sin hacer nada.
Al final todo ha sido un gran susto y yo afortunadamente estoy bien, pero quiero hacer esto público tanto en Bruselas donde resido actualmente como en León, mi ciudad natal, para que prestéis atención, y si os pasa, no bajéis a mirar el pinchado hasta que llegue la policía.»
Fdo: C.C.M.
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