El triunfo de un caso de Segunda Oportunidad en los Tribunales de León
Recientemente, el despacho de abogados Reclama por mí ha logrado un importante triunfo en los tribunales de León, aplicando la Ley de Segunda Oportunidad a favor de un cliente que se encontraba en una situación económica crítica. Este caso (el Auto 391/2024 emitido por el juzgado de 1ª instancia Nº8 de lo mercantil de León) ejemplifica cómo esta normativa puede ofrecer una solución real para quienes atraviesan dificultades financieras extremas y buscan un nuevo comienzo.
La historia del cliente: desempleo, enfermedades y deudas impagables
El deudor, un hombre divorciado con su madre anciana y enferma a su cargo, se encontraba en una posición de insolvencia tras el fracaso de un negocio que había cesado sus operaciones hacía varios años. Además de estar desempleado, el cliente percibía únicamente el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a través de una prestación por incapacidad temporal debido a varios problemas de salud que lo llevaron a una incapacidad laboral.
A lo largo de los años, las deudas se acumularon con diferentes entidades, incluyendo importantes acreedores como BBVA, Sabadell, El Corte Inglés, varias empresas compradoras de deuda y una deuda con la Agencia Tributaria (AEAT) derivada de la última declaración de la renta. El pasivo total ascendía a 98.000 €, una carga insostenible para alguien en su situación.
Motivos de la insolvencia: emprendimiento fallido y salud deteriorada
El principal motivo de la insolvencia fue el fracaso de su negocio. Tras varios años de intentos fallidos, el negocio quedó inactivo, pero los créditos tomados para su desarrollo seguían afectando las finanzas de esta persona. Además, el deterioro de su salud, que le impidió trabajar y le obligó a depender de una prestación por incapacidad, agravó aún más su situación económica.
Resolución judicial: exoneración total de las deudas
Gracias a la Ley de Segunda Oportunidad y a la intervención de nuestro equipo legal, se logró suspender dos ejecuciones judiciales que pesaban sobre él. El tribunal reconoció su incapacidad para hacer frente a sus deudas, y tras un exhaustivo proceso legal, se le exoneraron los 98.000 euros de pasivo acumulado. Este fallo no solo alivia la carga financiera del cliente, sino que también le permite empezar de nuevo sin la sombra de sus deudas pasadas.