Conductores pocos cívicos y empáticos los encontramos todos los días. Esta mañana, una conductora de un Peugeot ha provocado un pequeño colapso a escasos metros de la rotonda de Quevedo (una zona con habitual intensidad de tráfico en las horas de entrada y salida de los centros escolares). Ya desde la rotonda de Crucero (en dirección colegio Quevedo) se intuía que pasaba algo, la cola más larga de lo habitual.
Poco a poco, los conductores «salvaban» un Peugeot que se encontraba parado (puestas las cuatro intermitencias) a escasos metros de la rotonda de Quevedo. Parado en el carril y con la conductora en su asiento. Varios conductores y viandantes aseguran a este medio que la mujer no había dejado a nadie ni esperaba a nadie, había parado tal cual y se había puesto a enviar mensajes en WhatsApp.
Paro sin motivo más que usar el móvil
Quizá fuera este el fin de su parada, «sin justificación» aparente, ya que de repente quiso emprender la marcha entorpeciendo a los vehículos que habían que tenido que «salvarla». Ni corta ni perezosa realizó incluso gestos de enfado contra algún vehículo que la pitó al querer continuar la marcha en el momento en el que el vehículo que había maniobrado para evitarla estaba incorporándose de nuevo al carril para tomar la rotonda.
Desde luego, muy poca sensibilidad ciudadana y empatía. Máxime a unas horas de alto tráfico en la que numerosos padres pasan por esta zona para dejar a los niños en el colegio. Eso sí, «cumplió» con la normativa vigente de no utilizar el móvil mientras conducía.