El mes de abril, que este año trajo consigo el “efecto Semana Santa”, permitió que el paro bajara en la provincia de León en 1.267 personas, lo que supone un descenso del 3,35% respecto al mes anterior y casi de un 10% en la tasa interanual, en concreto, un 9,94%.
Todos los sectores económicos registraron caídas del paro pero especialmente servicios que acapara la mayor parte del empleo creado, con 776 desempleados menos, seguido de construcción, con 176 parados menos, agricultura, con 126, y finalmente, industria, con 116 desempleados menos.
Tras el cuarto mes del año, los leoneses sin empleo llegan a los 35.514, una cifra demasiado alta para estar satisfechos, pero comparándola con el dato de hace un año, son casi 4.000 parados menos que en abril de 2016, lo que nos indica que el comportamiento del mercado laboral en la provincia sigue mejorando.
Todavía hay que mejorar para ir aproximándonos a la tasa de reducción anual del paro de Castilla y León del 11,45% pero estamos dando muestras de dinamismo.
No podemos pasar por alto que la provincia de León sigue estando duramente castigada por problemas demográficos muy serios, de envejecimiento y de éxodo juvenil, dificultades que junto a una tasa de actividad muy baja nos obliga, tanto a las empresas como a los trabajadores y administraciones, a redoblar los esfuerzos