Decathlon ha emitido una alerta de seguridad mundial por el peligro de estrangulamiento que propicia uno de sus sacos de dormir infantiles que comercializa. Concretamente, el modelo Forclaz 10º Junior de Quechua.
“En el marco de nuestros procedimientos de seguridad, y estando siempre a la escucha de nuestros clientes, los equipos de la marca Quechua han constatado que el producto no alcanza el nivel de seguridad deseado”, afirma la multinacional francesa en un comunicado en su página web. El grupo reconoce que ha detectado que “en pocos casos, el cordón de la capucha del saco de dormir podría enrollarse alrededor del cuello del niño”, hecho que podría provocar un accidente no deseado.
Tres soluciones
Por ello, el grupo da tres recomendaciones para solucionar el problema. La primera de ellas es que las propias familias se encarguen de cortar el cordón que pude provocar el accidente; llevar el producto a la tienda Decathlon“para que efectúen la acción”, es decir, la retirada del elemento que anula el diseño; o, directamente, reclamar la devolución económica del saco de dormir. Aunque señala que esta es la tercera opción que tienen los afectados.
Además, la multinacional ha decidido retirar de la venta los productos afectados. Se comercializaron entre el 1 de enero de 2014 y el 30 de noviembre de 2017, un periodo temporal que tendría un impacto económico negativo para el grupo si proliferaran las devoluciones. La compañía francesa no ha hecho público a cuánto espera que ascienda la factura de la retirada del mercado del saco de dormir infantil.
Decathlon anunció que había cerrado el ejercicio 2016 en España con una facturación de 1.689 millones de euros, cifra que implica un avance del 3,94% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, y un resultado bruto de 159 millones. La filial de nuestro país representa un 15% de la cifra de negocios global.