En un tiempo en el que casi son continuas las concentraciones y acciones de protesta de los diferentes colectivos, raro es el día que no se conoce un nueva iniciativa reivindicativa. Esta mañana, el centro de León, estuvo por unos minutos paralizados ante la convocatoria del sindicato CSIF (Central Sindical Independiente de Funcionarios) que reclamó un adelanto de la jubilación de los trabajadores de la Sanidad. La concentración originó algunos atascos.
«Por coeficientes reductores para el personal de la Sanidad» algo más de un centenar de personas protestaron frente a la sede de la Subdelegación del Gobierno en León y alrededores produciendo varios minutos de retenciones en calles próximas como Gran Vía de San Marcos.
Las tareas de trabajo o su índice de penosidad, peligrosidad o toxicidad, que marca la normativa legal, justifican esa petición de jubilación anticipada voluntaria, explica el sindicato independiente, que insiste en que la actividad del sector sanitario, en general, implica riesgos laborales específicos que suponen riesgos biológicos, químicos o incluso radioactivos, en algunas circunstancias.
Además, están los riesgos psicosociales y los que genera el estrés por la presión a la que están sometidos los profesionales de la Sanidad, con cargas de trabajo exageradas, turnos rotatorios e imprevistos, o guardias de 24 horas. CSIF recuerda y lamenta que no se respetan fines de semana ni festivos; o que salidas del centro de salud o asistencias domiciliarias incrementan la penosidad laboral, limitando la conciliación familiar.
CSIF ha demandado al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones por no activar los mecanismos para incluir al personal de Sanidad en la jubilación anticipada por coeficientes reductores, además de llevar a cabo diferentes acciones, como la entrega de 60.000 firmas de profesionales, la solicitud de amparo al Defensor del Pueblo o reuniones con los diferentes grupos parlamentarios.
El restablecimiento de este derecho debe ir unido a un Plan de Recursos Humanos que refuerce las plantillas para atender la situación de emergencia por la que atraviesa el Sistema Nacional de Salud (SNS). CSIF considera que ha llegado la hora de liderar un pacto de Estado para reforzar el sistema sanitario y mejorar las condiciones laborales.
Desde la irrupción de la pandemia, CSIF ha reclamado un refuerzo generalizado de las plantillas “para situarnos en la media europea, con un plan estratégico a 5-10 años. Hacen falta 130.000 profesionales de enfermería, 44.000 TCAES, 9.500 médicos de Atención Primaria, 1.250 matronas o 1.100 pediatras. Por todo ello, exige la convocatoria urgente del Consejo Interterritorial de Salud para abordar la falta de personal y los problemas de planificación.