La Policía Local de León ha controlado a cerca de 900 conductores en la ‘Campaña de vigilancia y control sobre distracciones al volante’ que se ha realizado entre el 16 y el 22 de septiembre en la capital leonesa y que ha contado con la colaboración de la Dirección General de Tráfico.
Del total de vehículos controlados, 864, la Policía Local de León ha denunciado a 28, lo que representa un 3%. La práctica totalidad de las sanciones se han producido por distracciones provocadas por la manipulación de teléfonos móviles, navegadores o reproductores de vídeo o DVD y uso de auriculares, concretamente el 89%.
La mayor parte de las denuncias, el 71%, ha estado motivada por el uso del teléfono móvil al volante. En segundo lugar, el 14% de las sanciones se han producido por utilizar cascos o auriculares conectados reproductores de sonidos o móviles y, en tercer lugar, el 4% de las denuncias se han debido a la utilización o manipulación durante la conducción de pantallas de acceso a internet, monitores, reproductores de vídeo o DVD y navegadores. El 11% restante corresponde a otras infracciones que provocan distracción en la conducción.
Objetivos de esta campaña
El objetivo de esta campaña ha sido disuadir a los conductores de usar el teléfono móvil al volante, hacer comprender a los peatones que, en ocasiones, la utilización del teléfono móvil hace que permanezcan ajenos a los riesgos y la importancia de desconectar el móvil mientras se conduce.
Los teléfonos con sistema de manos libres, los únicos permitidos, son menos peligrosos que los otros, aunque no disminuyen todos los riesgos: distracción, señales que no se ven, mayor tiempo de reacción y maniobras sin señalizar, entre otras.
Peligrosidad del uso del móvil al volante
Según diferentes estudios, después de un minuto y medio de hablar con el móvil, incluso con manos libres, el conductor no percibe el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12% y el ritmo cardiaco se acelera bruscamente durante la llamada.
Igualmente, los estudios constatan que la peligrosidad por un uso inadecuado de los dispositivos móviles puede llegar a ser equiparable a la conducción con exceso de alcohol.